La Doctrina de Seguridad categoriza el liderazgo social y la manifestación popular como Enemigo Interno, de esta manera el régimen justifica el ataque sistemático contra la protesta social y enmascara sus violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos (DDHH) durante el Paro Nacional.
Categoría: Solución Política
El Paro Nacional crea condiciones para continuar con movilizaciones más vigorosas en las que se rectifiquen debilidades del campo popular y democrático, como lograr un centro común de coordinación nacional y un plan conjunto manteniendo un marco de diversidades.
La sexta semana de Paro Nacional prosigue mientras el Gobierno trata de sofocarlo con la Ley Marcial que denomina “Asistencia Militar”, en la que emplea a sus Fuerzas Armadas (FFAA) reforzadas con escuadrones de narcoparamilitares para atacar a los manifestantes.
La quinta semana de levantamiento popular tiene semiparalizado al país, el Gobierno cae en una crisis mayor, el pueblo en las calles libra inéditas batallas por un futuro mejor sin retroceder ante el trato de Guerra que la oligarquía propina a los manifestantes.
Cumplido un mes de Paro Nacional el balance de víctimas es enorme, los asesinados pasan de 60 y los casos de desaparición forzada son 10 veces más, Crímenes de Lesa Humanidad a los que recurre el régimen para tratar de sofocar la legítima protesta popular.
La salvaje represión ejercida por el régimen contra los manifestantes la recrudecieron aún más al imponer Ley Marcial en 8 departamentos, arremetida que deja nuevas víctimas a manos de las fuerzas represivas estatales y paraestatales.
Estamos transitando por la cuarta semana del Paro Nacional a pesar de la descomunal represión contra el pueblo, el movimiento se mantiene y el régimen se opone a negociar para no acordar soluciones de fondo a las exigencias populares.
El cese de la represión y trato de Guerra al Paro Nacional es un clamor nacional e internacional, que exige reformar la Doctrina de Seguridad que ataca a los manifestantes como un Enemigo Interno y la policía militarizada del Esmad.
Lo que hemos visto en estos 20 días de Paro Nacional no está dentro de lo rutinario, son hechos distintos a lo que han ocurrido en los últimos 50 años, que expresan un quiebre histórico en la lucha de clases en Colombia.
La lucha heroica que libra el pueblo en este Paro Nacional es reprimida cruelmente por el régimen con un saldo de miles de heridos, desaparecidos y detenidos, además de medio centenar de asesinados a quienes honramos en este Muro de los Justos.
En cerca de tres semanas de Paro Nacional la represión inclemente del régimen deja millares de víctimas, lo que ha hecho crecer el repudio a esta dictadura mafiosa y a sus cuerpos represivos, rechazo que traspasa las fronteras colombianas.
Colombia ha cambiado en los años recientes, está en momentos históricos especiales que habilitan desarrollos y saltos favorables al pueblo; esto lo evidencian las extraordinarias movilizaciones que se han desatado desde el pasado 28 de abril.