POR EL RETORNO DE LOS DESPLAZADOS DEL CATATUMBO

Nuestro abrazo fraterno al pueblo del Nororiente colombiano, cuna de dignidad y resistencia.
La guerra declarada al Catatumbo por el presidente Gustavo Petro sigue trayendo consecuencias negativas para la región, lo que hoy dificulta el retorno de población desplazada que se encuentra en varias ciudades del país.
El Estado de Conmoción Interior como medida adoptada por el Gobierno para enfrentar la crisis en el Catatumbo, agudizada por la confrontación entre la guerrilla del ELN y la banda narcotraficante frente 33 de la ex-Farc, ha resultado igual que medidas adoptadas por gobiernos anteriores, lesiva para la región históricamente golpeada por las políticas del Estado oligárquico.
La política adoptada por Petro, se orientó hacia la configuración de una amalgama criminal compuesta por el Ejército Nacional, la banda del 33 y bandas sicariales contratadas por Richard Suárez, que se articulan en una estructura paramilitar que amenaza el retorno a la normalidad y el restablecimiento de la vida social y comunitaria, en varios puntos de la geografía en la región.
Los militares que hoy invaden el Catatumbo bajo el supuesto de proteger a la población, son responsables de los crímenes que se vienen ejecutando contra las gentes del territorio, como son los asesinatos, masacres, secuestros y amenazas, así mismo de la zozobra que hoy no ofrece garantías para que haya un regreso seguro de las familias, que solicitan al ELN su ingreso a la región.
El Ejército gubernamental no es garantía de ninguna seguridad, más ahora que protegen y apoyan a una banda narcotraficante; banda que viene propiciando con el apoyo de los militares, el reingreso de milicianos que huyeron de la región camuflados entre los desplazados, para ahora infiltrarlos en las comunidades y seguir delinquiendo a su servicio, provocando más víctimas bajo el amparo del Gobierno.
El ELN, en cumplimiento de su normatividad de guerra, ha permitido la liberación de prisioneros que en el marco de la confrontación a la banda de Richard Suárez han caído en nuestro poder. Varios de estos liberados motivados por Suárez y favorecidos por el Ejército gubernamental, se han reactivado en acciones delictivas de la banda incumpliendo el compromiso adquirido ante organismos humanitarios, la familia y la comunidad.
Ante estos hechos, y con la voluntad del ELN de continuar dejando en libertad prisioneros de guerra, se hace necesario la conformación de una Comisión Internacional que acoja a los liberados y garantice su desvinculación definitiva del mundo delictivo.
Un retorno con garantías de los desplazados puede darse, en la medida que se ponga fin a la alianza criminal entre el Ejército gubernamental y la banda del 33. Una garantía para la no reincidencia de los liberados, que han estado en manos del ELN como prisioneros de guerra, estaría determinado porque un organismo internacional asuma la responsabilidad de resocializar a estos jóvenes.
El ELN en su compromiso con el pueblo seguirá combatiendo esta alianza macabra ordenada por Petro, quien le dio la espalda a la paz en el Catatumbo y la convirtió en un escenario de guerra.
¡Colombia… para los trabajadores!
¡Ni un paso atrás… liberación o muerte!
Frente de Guerra Nororiental
Comandante en Jefe Manuel Pérez Martínez
Ejército de Liberación Nacional
Montañas del Nororiente
Abril 6 de 2025