«La revolución no solamente es permitida sino obligatoria para los cristianos que vean en ella la única manera eficaz y amplia de realizar el amor para todos», enseñó el Comandante Camilo Torres, quien hubiera cumplido 93 años este 3 febrero.
“El movimiento popular en Colombia se fue reconfigurando como un descontento generalizado, expresión de la deslegitimación de las instituciones, por 40 años de Procesos de ….
que le quedan se emplea a fondo contra las fuerzas sociales y políticas opositoras, desatando todas las formas de terror como las amenazas, ejecuciones selectivas, masacres, atentados y carro bombas, con las que pretende impedir un cambio de régimen.
El terror de Estado contra las comunidades organizadas lo apuntan contra el Cauca, Antioquia, Putumayo y Arauca, debido a su lucha por la defensa de la vida que protege los bienes naturales y reclama la devolución de las tierras despojadas, causas que van en contravía de los grandes intereses económicos.
armas debería reposar en manos del Estado, sin embargo, son millones las armas legales e ilegales que están en manos de seguidores del caudillo, esto favorece al régimen y le permite gestar ejércitos privados que defiendan sus intereses de clase.
El Presidente de la Comisión de la Verdad clasificó a los narcoparamilitares como “libertadores” lo que falsea la realidad del conflicto y revictimiza a millones de colombianos, ofensa similar a la hecha por Uribe a las víctimas en la Comuna 13 de Medellín y en Soacha.
El modelo económico está cimentado en la distribución monopolista lo cual fomenta la brecha de desigualdad, incubando una crisis de sistema que conlleva la desaceleración de las economías en especial las latinoamericanas, incrementando problemas socioeconómicos existentes como el desempleo, el empleo formal y la pérdida de poder adquisitivo per cápita.
La desigualdad social, el hambre y la miseria son inherentes al sistema político y económico imperante, además son el motor que sostiene los privilegios de un grupo minoritario de mega ricos; por ende, erradicar la desigualdad implica transformar el modelo socioeconómico actual.
Guerra sin fin de Estados Unidos toma el nombre de Guerra contra las drogas en Colombia, para la que envían miles de asesores militares donde no existen cultivos de coca como en Arauca, planifican la resiembra para justificar su presencia y a quien se les opone le aplican el terror de Estado.
Este tercer Gobierno de la ultraderecha mafiosa seguidora de Uribe intenta llenar de coca a Arauca, para justificar que allí se aplique la estrategia gringa de la “Guerra contra las drogas”, por esto llevaron grupos narcoparamilitares encabezados por tres desertores de las otrora Farc.