EL GOBIERNO DOTA FUSILES A LA ULTRADERECHA
Omaira Sáchica
En Colombia el monopolio de las armas debería reposar en manos del Estado, sin embargo, son millones las armas legales e ilegales que están en manos de seguidores del caudillo, esto favorece al régimen y le permite gestar ejércitos privados que defiendan sus intereses de clase.
El Artículo 223 de la Constitución Política de 1991 estipula que la fabricación, comercio y autorización de tenencia y porte de las armas de fuego es monopolio del Estado, en función de la seguridad pública y la protección de la vida.
El Decreto 2535 del 17 de diciembre de 1993 regula lo referente a la fabricación y comercio de armas, y clasifica las armas en tres tipos: a) de Guerra –de uso privativo de las Fuerzas Armadas (FFAA)–, b) de uso restringido, c) de uso civil; a su vez denomina como armas de Guerra: pistolas calibre 9mm, fusiles y carabinas semiautomáticas, armas automáticas de cualquier calibre, entre otras [1].
La fábrica de la Guerra
La Industria Militar (Indumil) es una empresa industrial y comercial del Estado con personería jurídica, autonomía administrativa y capital independiente, vinculada al Ministerio de Defensa y está encargada de fabricar y comercializar armas, municiones, explosivos y accesorios de voladuras.
Una de las armas de Guerra producida por Indumil es el Fusil Galil Ace, un arma de asalto de origen israelí diseñada y fabricada para dotar exclusivamente a las FFAA, usada como arma liviana para combate urbano y rural, tiene un costo de 8.336.203 Pesos más IVA [2].
Según cifras de las FFAA y el Ministerio de Defensa el año anterior existían en Colombia 2.687.000 armas con permiso de porte y/o tenencia, de las cuales cerca de 1.590.000 están en poder de Personas Naturales, las armas restantes están en poder de Personas Jurídicas como funcionarios de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Inpec, agentes de la Fiscalía y empresas de seguridad y vigilancia [3].
El régimen vende armas de Guerra a sus seguidores
Según documentos oficiales existen 35 registros de venta del Fusil Galil Ace, destinadas a 27 militares y policías, cinco civiles y tres personas sin identificar; el armamento fue entregado entre el 18 de noviembre de 2020 y el 16 de diciembre de 2021, con el aval del almirante Hernando Wills Vélez (Exgerente Indumil) y el Coronel Rodrigo Salazar Echeverri Gerente de Indumil [4].
El pasado 16 de noviembre Indumil le entregó al abogado Abelardo Gabriel de la Espriella Otero un fusil de combate Galil Ace calibre 5.56 con 350 cartuchos de munición y un permiso de tenencia de armas; además de la Espriella otros civiles cercanos al Gobierno de Duque adquirieron armas de Guerra y munición [5].
Las armas deben ser restringidas
La venta de armas de Guerra a civiles aunada a Ley de Seguridad Ciudadana (LSC) desata grandes amenazas para los Defensores de Derechos Humanos (DDH), limita y criminaliza el legítimo derecho a la protesta, mientras ampara el paramilitarismo urbano y privatiza las cárceles.
Vía legislativa modifican a conveniencia de los potentados y adeptos al Gobierno la “legítima defensa privilegiada”, autorizándolos para que cualquiera pueda asesinar a quien considere está violando su propiedad privada, mientras vía administrativa les proveen armas de Guerra, en otras palabras, el régimen se está armando para defender el statu quo a sangre y fuego.
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[1] Decreto 2535. República de Colombia, 17-12- 1993.
[2] Catalogo general de productos militares. Indumil, enero de 2022.
[3] El 77% de las armas con salvoconducto en el país están en poder de personas naturales. El Tiempo, 23-01-22.
[4] El Gobierno fabrica armas de guerra para Abelardo de la Espriella, dos viceministros, el presidente de Fenalco y el director administrativo judicial de Santa Marta. La Nueva Prensa, 22-01-2022.
[5] Pedido de venta No. 1000252373. Sistema de contabilidad, Indumil.