ALZAS DEVORAN SALARIOS

ALZAS DEVORAN SALARIOS

Chavela Villamil

El modelo económico está cimentado en la distribución monopolista lo cual fomenta la brecha de desigualdad, incubando una crisis de sistema que conlleva la desaceleración de las economías en especial las latinoamericanas, incrementando problemas socioeconómicos existentes como el desempleo, el empleo formal y la pérdida de poder adquisitivo per cápita.

Las presiones inflacionarias, las interrupciones en las cadenas de suministros y la onerosa Deuda Externa, entre otros, llevó a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajara la proyección de crecimiento del PIB para Latinoamérica y el Caribe a 2,4 por ciento para 2022 y 2,6 por ciento para el 2023, en el caso de Colombia la proyección del PIB para el 2022 es de 2,2 por ciento, muy distante de la proyección del Ministerio de Hacienda que es de 4,2 por ciento [1].

Se esfuma el aumento del Salario Mínimo

La dependencia que tiene Colombia de economías foráneas y el gran volumen de importación de materias primas, productos básicos y suntuarios traslada los efectos inflacionarios globales a nuestra economía, esto no solo impacta el valor de los productos sino que además deprecia el Peso; nuestro país al no tener una industria nacional fuerte, un mercado interno sólido y ser dependiente de otras economías se convierte en una economía volátil.

El sobredimensionado Salario Mínimo de un millón de Pesos, cuyo aumento real al descontar la inflación es de 40.429 Pesos mensuales, un aumento diario de 1.347 Pesos, y el subsidio de transporte en 117.172 Pesos, se han esfumado por cuenta de la inflación (5,62 por ciento), el elevado costo de los alimentos básicos, la devaluación de la divisa y la falta de medidas económicas por parte del Estado que permitan sostener el poder adquisitivo de la población.  

El fenómeno inflacionario que está afectando la economía colombiana tiene un impacto devastador en la calidad de vida de las capas sociales menos favorecidas, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) este año el costo de vida llega al 15,2 por ciento, –casi tres veces la inflación del año anterior–.

Los productos básicos están afrontando incrementos que superan márgenes históricos de otras crisis económicas, por ejemplo, el kilo de papa pasó de 700 a 2.100 pesos (un aumento del 200 por ciento), el huevo pasó de 250 a 600 Pesos (un aumento del 140 por ciento), la libra de carne regular pasó de 8.500 a 16.500 (un aumento del 96,5 por ciento), entre otros.

Otro gasto que está destrozando la economía de los hogares es el regreso a clases, según la plataforma Wordremit los padres de familia colombianos pueden gastar hasta 129 por ciento de su salario en la compra de útiles escolares, en promedio gastarían 1.054.200 Pesos por estudiante, uniformes o ropa escolar 630.160, artículos de papelería 151.040, equipo para educación física 173.880 y extras como morrales 99.120 [2]; los incrementos son exorbitantes, por ejemplo, los cuadernos aumentaron 426 por ciento, zapatos escolares 215 por ciento, lápices y colores 200 por ciento, morrales 150 por ciento, libros 95 por ciento, entre otros.

Si tenemos en cuenta solo la media incremental de útiles escolares y alimentos básicos, el aumento del costo de vida para enero sería de 144,2 por ciento, lo que representa un déficit en la economía familiar de 139,75 por ciento, es decir, 13,9 veces el aumento nominal del Salario Mínimo y 31,4 veces el incremento real; la situación es más dramática aún si tenemos en cuenta que del total de la población laboral el 48,6 por ciento son trabajadores informales, de igual forma 12,85 millones de personas (48,10 por ciento) tienen un ingreso inferior a un Salario Mínimo.

Solo hay futuro con un cambio de modelo

Todo impacto macroeconómico afecta las economías nacionales, sin embargo, estos impactos se minimizan cuando se ha fortalecido la industria local y la producción nacional es sólida; para alcanzar una economía sólida el país debe disminuir considerablemente su dependencia de la economía exógena, además debe renegociar los Tratados de Libre Comercio (TLC) y las exenciones tributarias a las grandes empresas.

La política económica del país debe estar fundada en favorecer a todos los colombianos,  prioritariamente subsidiar capas bajas de la sociedad, el sistema actual no genera ni inclusión social ni sostenibilidad ni mucho menos crecimiento y productividad, por tanto se requiere un modelo que fomente el desarrollo integral de la producción nacional, además tenga como eje central el aumento del poder adquisitivo per cápita, y que a su vez disminuya el Gasto Corriente (burocracia, Guerra, Deuda Externa) e incremente de manera integral el Gasto Social.

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[1] El FMI rebaja al 2,4% su previsión de crecimiento económico para Latinoamérica. Valora Analitik, 25-01-2022.

[2] Los útiles escolares serán más caros este año por el alto costo de las materias primas. Forbes, 24-01-2022.

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