Delegación de Diálogos del ELN
«La revolución no solamente es permitida sino obligatoria para los cristianos que vean en ella la única manera eficaz y amplia de realizar el amor para todos», enseñó el Comandante Camilo Torres, quien hubiera cumplido 93 años este 3 febrero [1].
Camilo Torres Restrepo fue un revolucionario colombiano, sociólogo, profesor universitario, dirigente popular, sacerdote y guerrillero, que nació en Bogotá el 3 de febrero de 1929.
Perteneció al Ejército de Liberación Nacional y entregó su vida por el amor al pueblo y a los sueños por una Colombia y un continente de soberanía y de mayor justicia social.
El 15 de febrero de 1966, hace ya 56 años cayó en combate contra el ejército de la oligarquía colombiana, teniendo 37 años, cuando intentaba recuperar un fusil.
-[Voz de locutora]: “Ni un paso atrás liberación o muerte”-
Su cadáver desde entonces está desaparecido, es un misterio lo que ha pasado con sus restos, nunca fueron entregados a su señora madre Doña Isabelita Restrepo, ni al pueblo colombiano por el que luchó y ofrendó su vida.
Camilo Torres, el Cura Guerrillero, es un ejemplo en la lucha de los pueblos por su compromiso, su consecuencia y su entrega por la liberación nacional y el socialismo.
Se hizo sociólogo en Europa en la Universidad de Lovaina, después fundó la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia y a la vez fue Capellán de la misma, donde estrechó relaciones con el estudiantado y con el ambiente revolucionario que se respiraba en los claustros.
El padre Camilo fue precursor y referente para la opción revolucionaria de los cristianos y la confluencia de estos con las fuerzas comunistas, igualmente fue un aliento para la Teología de la Liberación que promovía una iglesia comprometida con los pobres y sus aspiraciones de cambio y justicia social, de Camilo es la famosa frase: “el deber de todo cristiano es ser revolucionario, y el del revolucionario hacer la revolución”.
Progresivamente en los años 1963, 64 y 65 su compromiso con la lucha lo llevó a recorrer las ciudades y los pueblos colombianos, desarrollando grandes concentraciones en las plazas públicas, en las que difundía su mensaje emancipador y convocaba a las masas a la lucha.
-[Voz de Camilo]: “Yo creo que la eficacia del amor no se logra sino con la revolución”-
Por esos años fundó el periódico del Frente Unido, en el que se publicaron sus famosos Mensajes a los cristianos, los comunistas, los obreros, los campesinos, las mujeres, los presos, los estudiantes y a otros sectores sociales.
En corto tiempo se fue convirtiendo en un reconocido dirigente popular, logrando generar entusiasmo y la esperanza en las mayorías nacionales, lo que lo va haciendo incómodo y peligroso para las clases dominantes del país, por lo que estas empiezan a preparar su asesinato, tal como aconteció el 9 de abril de 1948 con el tribuno popular Jorge Eliécer Gaitán.
-[Voz de Gaitán]: “¡Pueblo por la derrota de la oligarquía!”-
Ante la persecución que se estaba desatando contra él, sobre sus seguidores, sobre las masas populares que lo acompañan y ante la eventualidad del asesinato, Camilo opta por internarse en el monte y continuar la lucha desde las filas guerrilleras del Ejército de Liberación Nacional.
Después de la muerte de Camilo, su mamá doña Isabelita, recibió la mano solidaria e internacionalista de Cuba, de su revolución y del Comandante Fidel, quienes la albergaron en la isla, donde murió y sus restos reposan en el cementerio de La Habana.
Hoy el pueblo colombiano, el Ejército de Liberación Nacional y otras fuerzas revolucionarias y progresistas hacen honor al legado de Camilo y siguen en la lucha por la liberación nacional y el socialismo.
