Colombia replica la fracasada Guerra contra las drogas norteamericana que clasifica al adicto como un delincuente, pretende acabar el cultivo con la fuerza militar, pero obtiene la excusa para que el imperio mantenga en Guerra perpetua.
Categoría: Voz Elena
La crisis desatada por el Covid-19 ha agrandado la brecha de desigualdad social y empobrecido a las capas medias, mientras el Gobierno entrega billones de Pesos a los mega empresarios y al sector financiero, quienes reportan jugosas ganancias.
La movilización del 8 de marzo expresa la fortaleza de los movimientos de mujeres; a su vez la insurgencia sigue integrando los derechos de la mujer en su ideario y adecuando su actuar en consecuencia.
A propósito del Día internacional de la mujer rendimos honores a la Comandante Paula, a otras muchas compañeras elenas y a todas las mujeres latinoamericanas comprometidas con las luchas por la liberación nacional y por el socialismo.
El sistemático exterminio que sufren los líderes sociales, aunado al discurso negacionista del Conflicto Interno que impone el Gobierno, hacen de Colombia un territorio hostil para quienes ejercen el liderazgo de los procesos sociales.
Las redes sociales reflejan la indignación generalizada por la exculpación de Uribe que hace la Fiscalía, rechazan la impunidad con la que cubren a los genocidas, le dan la despedida a la Vicepresidenta y realzan el ser de oposición a este régimen mafioso de guerra perpetua.
Desde 1911 se conmemora el 8 de marzo, 110 años después millones de mujeres subyugadas en todo el mundo concurren en luchas por la plena liberación, para derribar los muros del capital y las ataduras patriarcales.
La crisis que ha venido experimentado el capitalismo durante las últimas décadas ha contraído la economía global, esto ha impactado las monedas de todos los países y en especial la nuestra, lo que repercute directamente en el déficit fiscal, aumenta la pobreza y la desigualdad existentes.
Desde siempre el Estado ha mantenido en orfandad el departamento del Chocó, al Gobierno solo le interesa expoliar sus bienes naturales, mientras su población que es principalmente afro e indígena vive en condiciones miserables y acosada por las empresas saqueadoras de sus riquezas.
El Gobierno Duque mientras niega el Conflicto Interno y minimiza sus impactos, a través del contubernio entre narcoparamilitares y Fuerzas Armadas (FFAA) incrementa la violencia para eliminar a opositores, defensores de las comunidades y de los bienes comunes.
Las redes sociales rechazan la criminalidad policial, denuncian los vínculos de Uribe con el Chapo Guzmán, repudian que el ex Presidente sea el enemigo #1 de la paz, a la vez que destruye el país y mantiene una ficha suya como Fiscal para perseguir opositores.
La actual crisis económica y ambiental, y la desalmada brecha de desigualdad son muestras irrefutables de que el sistema actual solo beneficia a unos pocos; por tanto, se necesita un modelo que salde las deudas con el medio ambiente y que democratice la riqueza y los bienes comunes.