EN EL PARO: 10 VECES MÁS DESAPARECIDOS QUE ASESINADOS

Omaira Sáchica

Cumplido un mes de Paro Nacional el balance de víctimas es enorme, los asesinados pasan de 60 y los casos de desaparición forzada son 10 veces más, Crímenes de Lesa Humanidad a los que recurre el régimen para tratar de sofocar la legítima protesta popular.

La desaparición forzada en Colombia es tan histórica como el conflicto mismo, son miles los expedientes, archivos, vídeos, fotografías, entre otros, que documentan esta práctica criminal que en muchas ocasiones es ejecutada por agentes del Estado y en otras por sus agentes paramilitares.

La impunidad que erige sobre la desaparición forzada es extremadamente alta y las pocas investigaciones existentes avanzan tan lento, que casos como las desapariciones del holocausto del Palacio de Justicia llevan más de 3 décadas sin resultados; según cifras oficiales del Registro Nacional de Desaparecidos (RND), entre a enero de 1958 y enero de 2020 habría un registro de 80.472 víctimas de desaparición forzada; sin embargo, el Comité de Derechos Humanos (DDHH) de la ONU maneja una cifra de desaparecidos superior, 84.330 adultos y 9.964 niños y niñas [2].  

La desaparición forzada durante el Paro Nacional

El Paro Nacional en curso que inició el pasado 28 de abril ha sido reprimido brutalmente y con fuerza desproporcionada por parte de las Fuerzas Armadas (FFAA), lo que a la fecha deja un saldo de 60 personas asesinadas, 43 de ellas a manos de las FFAA, y 536 desaparecidos [3].

Ante la brutal arremetida de las FFAA ordenada por el régimen contra los manifestantes y la gran cantidad de personas asesinadas y desaparecidas, la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos afirmó que “es urgente que se inicie la búsqueda y localización expedita, sin dilación y sin demora de las personas cuya desaparición se alega, como una forma de prevenir la posible consumación de desapariciones« [4].

Unos desaparecidos empiezan a aparecer asesinados

Desde el pasado 13 de mayo diferentes organizaciones sociales y de Derechos Humanos han recibido denuncias que aseguran que algunos de los desaparecidos han sido encontrados sin vida y con señales de tortura.

Brahian Gabriel Rojas era un joven de 26 años que no participaba de las manifestaciones, casi todos los días después del trabajo se iba con sus amigos y hermano mayor a pasar la tarde bajo el puente sobre el río Cauca ubicado en La Virginia, Risaralda a 43 minutos de Pereira; el pasado 28 de abril Brahian y sus amigos fueron sorprendidos por los gases lacrimógenos y decenas de manifestantes que se refugiaron bajo el puente, allí irrumpió la policía violentamente golpeando y capturando varias personas.

Según el testimonio de Thalía Rojas hermana de Brahian, “a él lo golpearon y le rompieron la parte del pómulo, pero él se alcanzó a soltar y salió corriendo pero lo cogieron y lo llevaron hasta la orilla del río donde lo golpearon de nuevo” [5].

Varios testigos afirman que “los policías golpearon tanto a Brahian que él se asustó y cuando se zafó se lanzó al caudaloso río Cauca, que esa noche estaba crecido por la lluvia que no cesaba; Thalía cuenta que estando él en el río intentó acercarse a la orilla pero se hundió y no volvieron a saber de él”.

La familia denuncia que solicitó ayuda a la Policía pero esta se negó aduciendo que tenía que pasar 72 horas desde la interposición de la denuncia de desaparición; ante la negativa familiares y vecinos con ayuda de los bomberos emprendieron la búsqueda infructuosa.

El pasado 4 de mayo los bomberos de Sabanalarga, Antioquia, anunciaron que rescataron un cuerpo en la entrada de la represa de Hidroituango, uno de los bomberos que participó en el operativo de búsqueda dijo, “a través de los tatuajes pudimos identificarlo y notificarle a la familia, pese a que su cuerpo llegó muy deteriorado y junto a él había otra persona que no ha sido identificada, ambos fueron entregados a la Sijín de Santa Fé de Antioquia”. 

Resulta paradójico que la familia de Brahian al conocer la lamentable noticia se desplazó a Santa Fé de Antioquia para realizar el respectivo reconocimiento, sin embargo, Thalía dice que “nunca nos permitieron verlo en ese momento para reconocerlo, le hicieron la necropsia y nos dijeron que los resultados nos los entregaban en 30 días; luego nos dieron el cuerpo y nos tocó pagar el traslado”.

¿Qué esconde la Policía que a todas luces viola los protocolos del sistema de alerta de desaparición y de reconocimiento de cadáveres?