La tributación y el recaudo captan recursos para los Estados, con los que sostienen sus planes de desarrollo; sin embargo, aunque haya una captación cuantiosa, esta no debe ser destinada al Gasto Corriente, de lo contrario no es posible subsanar el déficit fiscal y social.
Categoría: Economía
La Apertura Económica de hace tres décadas, implementó los Tratados de Libre Comercio (TLC), dejándonos más dependientes del capital extranjero y de la importación de materias primas y productos básicos
La desaceleración económica global que afecta con mayor fuerza a las economías dependientes del capital extranjero, ha decrecido Producto Interno Bruto (PIB) y disminuido considerablemente el poder adquisitivo per cápita
El sistema centra su acumulación plutocrática de los activos, en la acumulación y aprovechamientos plusválico de bienes estratégicos; en el actual contexto de crisis medioambiental y de humanidad
La desaceleración económica global ha impuesto la inflación no solo en los países en desarrollo, sino también en los desarrollados; desde luego la inflación se siente con más fuerza en países dependientes del capital extranjero
En los últimos años el Banco de la República ha optado por mantener las tasas de interés altas, generando un decrecimiento del poder adquisitivo y una disminución de la demanda
Los presupuestos deben estar enfocados a cubrir los gastos estatales y el Gasto Social; sin embargo, estos deben disminuir los rubros de Gasto Corriente y minimizar el empréstito como fuente de financiación
En la recta final del año el Producto Interno Bruto (PIB) juega un papel trascendental, ya que de él depende en buena parte el aumento del salario mínimo, las proyecciones económicas del año siguiente y el grado de inversión estatal.
En los últimos meses se han venido presentando aumentos en el Producto Interno Bruto (PIB) que son incipientes y volátiles, por lo tanto, estos no permiten frenar la desaceleración económica y mucho menos subsanar el actual déficit de poder adquisitivo per cápita
Los cambios geopolíticos de las últimas semanas han incrementado el precio interno del dólar, lo que tiene contento aun reducido grupo plutocrático que se beneficia de este incremento
La desigualdad y pobreza (monetaria y multidimensional) en la que están sumidas más de dos tercios de la población, han generado un déficit habitacional y concentrado la posesión de la vivienda en un reducido grupo
Resulta ambiguo y contradictorio hablar de mejorar las condiciones socioeconómicas de la población, pero no modificar la política económica ni el modelo de tributación