En el auge de lucha política de masas de 1965 el sacerdote Camilo Torres cabeza del Frente Unido que lideraba tales luchas, desaparece de la escena política y se resguarda en la guerrilla rural del ELN, en estas notas el Comandante Gabino precisa cómo fue ese momento.
Categoría: Voz Elena
El 2020 fue el de mayor violencia política y este 2021 inició con la agudización de la Guerra sucia contra procesos populares y de la oposición, arremetida que hace el régimen para imponer su plan de neoextractivismo, para el que requiere reconfigurar el territorio y desplazar a sus habitantes.
Las redes sociales resaltan cómo el manejo de la pandemia que hace Duque es el tercero peor del mundo, asumen un luto nacional por las víctimas y exigen responsabilidad por estas muertes, rechazan la privatización de Ecopetrol y reclaman el desmonte de la policía militarizada del Esmad.
Desde la aparición de la pandemia del Covid-19 se han expedido gran cantidad de Decretos que solo favorecen a los grandes empresarios, en especial a la Banca, en contraste cada día crecen las voces que piden ayuda para resolver sus necesidades básicas.
El tercer Gobierno de Uribe en su afán por dar ropaje leguleyo a su dictadura mafiosa, prepara nuevas leyes dentro del formato de Guerra contra el terror, inspiradas en unas semejantes dictadas desde el imperio norteamericano.
El asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán en 1948 le sacudió el alma a este niño de 15 años, que no había podido ir a la escuela porque debió hacerse cargo de su madre y hermana enfermas, cuando apenas contaba con 12 años.
Las Redes Sociales critican la inacción y mezquindad del Gobierno ante la pandemia que lleva un año de azote, hacen memoria de grandes revolucionarios como Gramsci y Lenin, rechazan los privilegios del ex Ministro Arias y los resortes de poder que sostienen al régimen.
El uso de la violencia para mantenerse en el poder la usa el régimen para enriquecerse y para eliminar a sus opositores, terror de Estado que dirigen contra dirigentes populares y defensores de Derechos Humanos y del medio ambiente.
Las cifras sobre el feminicidio y violencia de género son alarmantes, estamos ante una problemática estructural que además de amenazar la vida de un género en específico, tiene en jaque la construcción de una sociedad justa e igualitaria.
Durante décadas Colombia ha sido azotada por un virus más caótico y letal que el Covid-19, la corrupción ha infectado a todas las esferas del poder y no es combatida porque en sí misma es la que alimenta y sostiene el régimen.
En Colombia en este 2021 y en los años inmediatamente siguientes tienden a darse luchas sociales y políticas de mayores dimensiones a las que se presentaron en los últimos 12 años, los que recordemos han marcado desde el 2008 un nuevo ascenso de la movilización social.
Durante décadas nos han dicho que la explotación de minerales trae desarrollo y progreso; sin embargo, sólo falta mirar las condiciones de vida de la comunidad Wayúu y de su territorio depredado para darse cuenta que es una falacia, porque los réditos son solo para unos pocos.