CARLOS RAMÓN HUYE DE LA OLA VERDE

CARLOS RAMÓN HUYE DE LA OLA VERDE

Sergio Torres

El presidente Petro gusta de hablar sobre su militancia en el M19 y cita con frecuencia al Libertador Simón Bolívar. El pasado 18 de marzo, resaltó la consecuencia de los ex M19, aunque algunos de ellos lo hacen quedar mal.

No se puede señalar a una organización completa por las actuaciones de unos de sus miembros, menos después de 35 años de disuelta. Eso aplica para lo bueno y lo malo que hagan los exmilitantes, por ello las excesivas referencias del presidente suelen castigarlo. Es un despropósito comparar a Armando Benedetti con Jaime Bateman, o decir que todos los antiguos miembros del M19 son consecuentes. Con un ‘botón de muestra’ basta.

El dueño del Partido del billete Verde

Desde que inició el Gobierno de Petro, Carlos Ramón González nunca dejó de estar al lado del presidente. Disuelto el M19, Carlos Ramón continuó en la política en la Alianza Democrática M19 (AD-M19), partido del que fue su representante legal y con funciones menos protagónicas, se quedó en lugares administrativos.

En cargos aparentemente secundarios, aprendió las ardides y vicios que lubrican la institucionalidad colombiana, que le permitieron en 2005 ser fundador del Partido Alianza Verde, empresa electoral sin igual, desde la cual han negociado avales y alianzas con personajes como Antanas Mockus, Enrique Peñaloza, Rodolfo Hernández, Sergio Fajardo y Claudia López; además, su bancada en el Congreso es una fauna variopinta de tipos como el Representante a la Cámara Jota P. Hernández.

Detrás de esas lides estuvo por algo más de 15 años, hasta que coincidió con su excompañero de filas y convino llevar su maquinaria politiquera a la empresa de Petro Presidente, por ello solo hasta la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Carlos Ramón se adhirió al candidato del Pacto Histórico.

Entre más arriba, más corrupción

Una vez posesionado como presidente, Petro convocó a sus amigos ex M19, entre ellos, obviamente, a Carlos Ramón. La entrada de este al gobierno fue directamente por lo alto y al lado del primer mandatario, el primer cargo que tuvo fue director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), tiempo después pasó a ser jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI).

Acostumbrado a los negociados y torcidos politiqueros, Carlos Ramón resultó implicado en el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), porque siendo Director del Dapre, está sindicado de ordenar el pago de sobornos a congresistas de varios partidos tradicionales, para que aprobaran las reformas del gobierno; corruptos estos por exigir sobornos y corruptos los otros, por acceder a la extorsión y entregar las coimas.

Olmedo López quien ya aceptó y firmó un preacuerdo con la Fiscalía General, por los delitos de peculado por apropiación y concierto para delinquir, ha señalado a Carlos Ramón como parte del entramado corrupto en la Ungrd y ser quien habría ordenado el pago en efectivo de 5 mil millones de pesos a los presidentes de la Cámara de Representantes y el Senado.

Hasta hace unos meses Carlos Ramón venía esquivando estos señalamientos, pero justamente esta semana, la Fiscalía General anunció tener pruebas concretas que confirmarían las acusaciones contra él, por lo que deberá afrontar un proceso de mayor peso de lo que hasta ahora había sido. Con lo que otro funcionario de entorno cercano a Petro, entra en el ‘cuadro del deshonor’, de los más corruptos en el gobierno.

Moralejas

Moraleja 1: ‘el que anda entre la miel algo se le pega’. El Partido Alianza Verde, pasó a la historia de la política colombiana, por liderar la lucha contra el Todo Vale -que es la esencia del régimen mafioso imperante en el país-, en una movilización llamada la Ola Verde; paradójicamente, hoy, uno de sus fundadores huye de esta Ola Verde anti corrupción.

Moraleja 2: ‘se corrompió la sal’. Si este, que es un partido representativo del llamado Centro político, que se jactaba de liderar la lucha anti corrupción, ahora se desdibuja como tal, cabe preguntarse, en la lucha anti corrupción si el Centro se arruinó, entonces, ¿quién la asume?

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