LA DESFACHATEZ DEL FISCAL GENERAL

Sergio Torres

Así como le sucedió al amigo que lo delegó como Fiscal General de la República y está en el pódium de los peores presidentes de la historia, Francisco Barbosa pasará a la historia como uno de los peores Fiscales que hayan pasado por ese ente de justicia. Sus inocultables vínculos con las mafias y el paramilitarismo sobresalen en una institución absolutamente plagada de corrupción. 

A través de un comunicado la Fiscalía entregó un balance en el que se lee: “El Direccionamiento Estratégico 2020 – 2024, definido por el Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, priorizó el trabajo investigativo para poner en evidencia a las diferentes redes criminales que se apropian de los recursos públicos destinados a subsanar las necesidades de la población, y lograr la judicialización de los responsables de estas conductas ilegales”. Barbosa miente y cree que con cifras puede ocultar la realidad de su gestión entregada al crimen.

El único direccionamiento estratégico de la Fiscalía fue el de garantizar la impunidad como pilar de sostenimiento del viejo régimen. Todas las recomendaciones hechas por organismos internacionales coincidieron en la altísima cifra de porcentaje de impunidad que se registra en Colombia. La gran mayoría de los casos de asesinatos a lideres y lideresas sociales están prácticamente archivados sin resolución alguna.

Las cifras “anticorrupción” de Barbosa son una falsedad, ya que en la mayoría de los casos, las capturas, imputaciones e investigaciones no se enfocan en las cabezas de la corrupción. El papel del Fiscal ha sido mantener alejados a los verdaderos capos de la mafia y la corrupción, incluso mostrando descaradamente estas intenciones, como lo ha hecho frente a las acusaciones sobre Álvaro Uribe, en donde la Fiscalía se atrevió a pedir el cierre de la investigación y la no imputación de este expresidente.

El tamaño del cinismo es tal, que en dicho comunicado se atreven a mencionar el caso de Odebrecht, haciendo alarde de la “imputación en contra de 104 personas”, cuando todo el país sabe que los principales culpables perpetradores de este caso son Sarmiento Angulo y ‘Fiscal Cianuro’ Néstor Humberto Martínez; ante los cuales Barbosa, se ha batido para torcer y desaparecer las pruebas, aún incluso cuando Sarmiento Angulo aceptó cargos en los Estados Unidos.

Caso similar sucede con las cifras de ocultamiento en las que según “acusaron a nueve gobernadores y a 50 exgobernadores; y lograron 34 condenas en contra de 23 exgobernadores”. Justamente en las pasadas elecciones del 29 de octubre quedó retratado el alto nivel de consolidación de los clanes regionales y su libertad para delinquir y mantener el poder político en las regiones. Los evidentes nexos de los Char en el Atlántico, la impunidad de los Gnecco, el clan de la baronesa Dilian Francisca Toro en el Valle y la vuelta a la alcaldía de Fico Gutiérrez a pesar de los nexos con la Oficina de sicarios de Envigado, son algunos de los casos en los cuales no fluyen las investigaciones.

El comunicado de balance de la Fiscalía hace recordar una de las frases de Jaime Garzón, “prohibido limpiarse con el mantel”, en este caso las cifras entregadas demuestran la permanencia de la corrupción en todos los aparatos del Estado. Y con ello la garantía de impunidad que la Fiscalía ha significado. 

Está próxima la culminación de las tropelías de este Fiscal, la Corte decidirá el próximo 25 de enero, el final del sombrío periodo de Barbosa. Ojalá esto pueda significar cambios en la administración de justicia en Colombia. Pues de no ser así, difícilmente podrá pensarse en la construcción de la Paz y en un Acuerdo Nacional por las transformaciones.

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