Las elecciones legislativas del pasado 13 de marzo pasarán a la historia como el escrutinio con más errores y con mayor inexactitud en la consolidación de las cifras, lo que llevó a exigir la revisión exhaustiva de los votos y dejó evidente el fraude ejecutado por la oligarquía.
Categoría: Cleptocracia
omicios legislativos del pasado 13 de marzo, que pretenden llamarlo “irregularidades” en los formularios de recepción de información, en los que se robaron más de 400.000 votos.
La corrupción del Narcoestado revienta en las cárceles donde mafiosos, Narcopolíticos y burócratas corruptos no son Personas Privadas de la Libertad (PPL), sino huéspedes de hoteles 5 estrellas servidos por directivos carcelarios a quienes han sobornado; esta es una comparación entre la élite mafiosa convicta y las PPL.
La corrupción en el Estado, los Partidos, las empresas y en la sociedad colombiana, sembrada por la élite mafiosa que impuso las costumbres del fraude, la trampa y el soborno, hace que ‘el sistema está diseñado para robar’, lo que desangra el erario con más de 50 billones de Pesos anuales.
El Gobierno de Duque ha sido enfático en sostener las exenciones tributarias a las grandes empresas, a la vez que es implacable asfixiando a la población con impuestos, todo bajo la mirada cómplice de la Dian, cuyo Director guarda sus ganancias en Paraísos Fiscales para evadir impuestos.
El nepotismo, el peculado y la corrupción se han vuelto una constante y prerrequisito para formar parte del Gobierno de Duque; de la feria de contratos en la Casa de Nariño ahora pasamos a los contratos fraudulentos del Ministro de Defensa Diego Molano.
El impacto del modelo económico a favor de las élites sobre las clases sociales empobrecidas y excluidas, agravado por la corrupción han incrementado considerablemente los niveles de penuria para la mayoría de los colombianos, sistema que es insostenible.
El Gobierno de Duque ha llevado la corrupción estatal a niveles sin precedentes, ahora se conoce la trama de desfalcos tejida desde los asesores de la Presidencia, que cumple la ley del sistema de partidos colombianos que pugnan por ser Gobierno para saquear el erario.
Mientras millones de personas están sin empleo, otros millones subsisten con un tercio de un salario mínimo y miles de niños mueren por desnutrición aguda, el Gobierno de Duque y sus funcionarios constantemente derrochan el presupuesto en gastos inocuos y onerosos.
Durante décadas el fraude electoral ha sido una constante a través de la cual preservan el statu quo, parece que las elecciones del 2022 no serán la excepción, las denuncias respecto a las triquiñuelas de la Registraduría para favorecer candidatos leales al régimen son crecientes e inocultables.
La contienda electoral que se desarrollará el próximo año ha tenido como eje central de los discursos el deslinde de los Partidos con la corrupción y el clientelismo; sin embargo, diferentes Partidos Políticos han avalado candidatos cuestionados.
presentado hechos de corrupción, lo que se suma al expediente público de violación de Derechos Humanos con que cuentan muchos altos oficiales y que no les impide para que el Congreso los ascienda.