¿ES UN PROBLEMA DE INFLACIÓN O DE DEVALUACIÓN?
Chavela Villamil
La debacle social causada por la carestía de los productos básicos es generada principalmente por la devaluación del Peso, la dependencia excesiva de las importaciones y el alto índice de desempleo que reduce el poder adquisitivo per cápita.
En Colombia el fenómeno inflacionario se creció en el segundo cuatrimestre del año anterior, el Banco de la República como medida antiinflacionaria en los últimos cuatro meses infructuosamente ha aumentado la Tasa de Interés en 2,25 por ciento hasta llegar al 4 por ciento, sin embargo, a la fecha la inflación subió a 6,94 por ciento y según proyecciones económicas cerraría el primer semestre en 8 por ciento [1].
Disminuyendo la demanda nunca controlarán la inflación
Recientemente el Ministerio de Hacienda anunció un paquete de medidas para controlar la inflación, dentro de las cuales está continuar elevando Tasas de Interés, disminuir aranceles de importación, nuevas líneas de crédito, entre otras [2].
Las medidas planteadas por el Gobierno pueden resultar más perjudiciales que benéficas, porque no se debe atacar el problema por el lado de la oferta reduciendo la demanda y aumentando el desempleo, esto generará una caída abrupta por demanda e incrementaría aún más los precios, y dejaría al país en el umbral de una crisis alimentaria.
La inflación se debe en primer lugar, al gran volumen de importación de materias primas, productos básicos y suntuarios que traslada los efectos inflacionarios globales a nuestra economía, y en segundo lugar, la devaluación del Peso ya que los productos importados tienen un valor superior, y con el mismo dinero se compra menos productos que en épocas anteriores.
Por otro lado, disminuir el valor de los aranceles es una falacia que inundaría el mercado con productos importados que incrementaría la oferta pero no la demanda, además, disminuir el valor de importación de los insumos y materias primas no bajaría el precio de los productos terminados, en otras palabras, bajaría el costo de producción incrementando las utilidades de los empresarios, pero el precio oscilante del mercado no disminuiría o si lo hace el decremento sería inferior al 0,5 por ciento, toda vez que la reducción del precio de un producto esta incidido por la demanda y no por los costos de producción; lo que deja al desnudo a quien benefician las medidas del Gobierno.
El rebusque en la calle es el principal empleador
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), Colombia es la tercera economía con la mayor tasa de desempleo de los países de la Ocde, en diciembre el desempleo llegó al 12,6 por ciento [3]; cabe recordar que el desempleo no es consecuencia de la pandemia, en los 42 meses de Gobierno de Duque el desempleo ha estado por encima de los dos dígitos, en diciembre el empleo informal –rebusque– llegó al 48,6 por ciento y la población desocupada se ubica en 2,95 millones [4].
En la mayoría de las economías el empleo bien remunerado es el motor de los mercados, toda vez que el empleo da solidez a las economías familiares y otorga poder adquisitivo que inyecta masa monetaria y dinamiza las economías, en otras palabras, los salarios permiten adquirir productos y esto hace que las empresas produzcan más y por ende requieran más empleados, generando la dinamización de la economía.
La única salida es cambiar de modelo
Todo impacto macroeconómico afecta las economías nacionales, sin embargo, estos impactos se minimizan cuando se ha fortalecido la industria local y la producción nacional es sólida; para alcanzar una economía sólida el país debe disminuir considerablemente su dependencia de la economía exógena, y renegociar los Tratados de Libre Comercio (TLC).
El Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz afirma que, “lo que necesitamos son políticas estructurales y fiscales específicas destinadas a ayudar a la gente a enfrentar las realidades de hoy; por ejemplo, los cupones de alimentos para los necesitados, un recorte impositivo único de ‘ajuste por inflación’ para los hogares de medios y bajos ingresos, estas medidas podrían estar financiadas por un gravamen a las rentas monopólicas de los gigantes petroleros, tecnológicos y farmacéuticos, entre otros, que ganaron una fortuna con la crisis” [5].
El sistema actual no genera ni inclusión social ni sostenibilidad ni mucho menos crecimiento y productividad, la política económica del país debe estar fundada en favorecer a todos los colombianos, prioritariamente subsidiar capas bajas de la sociedad, y su eje central debe ser el aumento del poder adquisitivo per cápita.
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[1] Inflación y tasas en Colombia: esto marcará la ruta económica en 2022. Valora Analitik, 05-02-2022.
[2] Colombia inicia plan para combatir la inflación más alta de los últimos 5 años. Bloomberg, 06-02-2022.
[3] Colombia es la tercera economía con la mayor tasa de desempleo de los países Ocde. Forbes, 09-02-2022.
[4] En diciembre el desempleo en Colombia fue de 12,6%. Valora Analitik, 07-02-2022.
[5] Una respuesta equilibrada a la inflación. La Jornada, 09-02-2022.