MÁS CONSUMO NO ES REACTIVACIÓN ECONÓMICA
Chavela Villamil
El levantamiento de las medidas de confinamiento que generó la pandemia del Covid-19 ha aumentado la comercialización de productos y las utilidades, lo que incrementa el Producto Interno Bruto (PIB) pero esto no equivale a reactivación económica.
La pandemia del Covid-19 exacerbó la desaceleración económica que venía gestándose décadas atrás y desencadenó una recesión económica global, las medidas adoptadas por diferentes Gobiernos desencadenaron inicialmente una reducción drástica de la demanda que conllevó a una gran disminución de la oferta.
Teniendo en cuenta que los mercados se dinamizan por la balanza de oferta y demanda, al desacelerarse ambas se generó un colapso de los mercados que repercutió directamente en el Producto Interno Bruto (PIB), en el caso colombiano en el 2020 el PIB cerró en cifras negativas, en menos 8,6 por ciento.
El Gobierno infla el incremento de las ventas
Durante este año el levantamiento de las medidas de confinamiento y el incremento de los aforos en los sitios públicos han venido incrementando las ventas y la oferta de servicios, lo que ha generado un ligero repunte al PIB; en el segundo trimestre de este año el PIB tuvo un incremento del 10,8 por ciento, en el tercer trimestre el incremento fue de 13,2 por ciento y en el promedio anual el PIB está alrededor del 10,3 por ciento [1].
Este incremento del PIB es por el aumento las ventas en los sectores de comercio, alojamiento, servicios de comida y las actividades artísticas, en otras palabras, el repunte de la economía está basado en las ventas y el turismo, denominado en economía como un evento de incremento de la demanda, que es un aumento volátil sin capacidad de sostenerse en el tiempo ni tender hacia crecer más.
Solo suben las ventas y las utilidades
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) la demanda interna creció 16,8 por ciento y el consumo de los hogares subió 20,2 por ciento [2], si bien esto es positivo en términos de fluctuación de capital líquido genera dependencia e incremento en la demanda, lo que a su vez causará un incremento sostenido en el precio de los productos ocasionando el aumento del costo de vida; impacto que agravará la inflación que en octubre llegó a 4,58 por ciento, lo que representa un incremento del 61,8 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior que fue 1,75 por ciento [3].
El aumento de las ventas y el incremento del consumo de los hogares contrasta con el desempleo que en agosto fue de 12,3 por ciento, 1,5 puntos porcentuales por encima del periodo prepandémico, el empleo informal llegó a 48,6 por ciento, 2,9 puntos porcentuales por encima del periodo prepandémico, además la Pobreza Monetaria llegó a 42,5 por ciento, 6,8 puntos porcentuales por encima del periodo prepandémico, y la Pobreza Monetaria Extrema que llegó a 15,1 por ciento, 1,9 puntos porcentuales por encima del periodo prepandémico [4].
El economista Salomón Kalmanovitz afirma que, “el crecimiento del 13,2 por ciento hay que verlo con lupa, ya que no se cumple la famosa Ley de Okun, donde usualmente un crecimiento del PIB implica crecimiento en empleo, y sin aumento del empleo no hay fortalecimiento del poder adquisitivo per cápita y sin ello no podemos hablar de reactivación económica” [5]; en otras palabras, estamos ante un repunte de las utilidades de las grandes empresas y las corporaciones, pero sin empleo no hay dinero y sin dinero no hay mejoría en la calidad de vida, y sin estos factores es imposible hablar de reactivación de la economía.
La presión social cambiará el modelo económico
La política económica del país debe estar fundada en favorecer a todos los colombianos, en especial en subsidiar capas bajas de la sociedad, y el desarrollo sostenible debe tener como eje central el aumento del poder adquisitivo per cápita, y no los beneficios fiscales y tributarios a los grandes empresarios.
La dinamización de la economía requiere un modelo que tenga como base el aumento del poder adquisitivo per cápita, el desarrollo integral y el fortalecimiento del sistema productivo nacional, y romper la lógica antifinanciera de una Deuda Externa onerosa e impagable que asfixia el PIB y devalúa la divisa nacional; además necesitamos suprimir los gastos suntuarios y disminuir el gasto corriente (burocracia, gastos de Guerra y pago de Deuda Externa), a su vez basar el crecimiento económico en el desarrollo y la productividad y no en el incremento de las ventas.
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[1] ¡Seguimos creciendo! En tercer trimestre PIB en Colombia subió 13,2%. Forbes, 16-11-2021.
[2] PIB de Colombia en el tercer trimestre empuja pronósticos al alza. Forbes, 17-11-2021.
[3] Inflación en Colombia durante octubre de 2021 llegó a 4,58%. Valora Analitik, 9-11-2021.
[4] Pobreza Monetaria Nacional 2021. Dane, 17-09-2021. [5] Tiempos difíciles. El Espectador, 17-11-2021.