COLONIALISMO Y GENOCIDIO DE PUEBLOS INDÍGENAS
Carmen Tarazona
Cada 12 de octubre en América y en España los Estados y los pueblos conmemoran lo que para los europeos es una conquista de un continente, pero para los pueblos del Abya Yala fue una invasión genocida.
Los Estados que aún son neocolonias de Estados Unidos y de Europa presentan este hecho histórico como un asunto del pasado, desconociendo que durante 200 años de vida republicana los pueblos siguen sometidos a Genocidio y expoliación.
Un Genocidio no reconocido por el que aún no piden perdón
Hay que recordar que los cronistas europeos de la época de la invasión reportaron que encontraron grandes poblaciones de gran riqueza, avanzada agricultura, complejas e imponentes arquitecturas, potente actividad comercial, sofisticados sistemas de gobierno, variadas expresiones de arte y con zonas densamente pobladas, que no era posible encontrar algo parecido en la misma España, regiones en las que encontraban un poblado cada hora de marcha.
En 1492 cuando llegaron los invasores el continente tenía 60 millones de personas, luego de un siglo de cruel conquista apenas quedaron 6 millones, los europeos a nombre del cristianismo y su civilización negaron la condición de seres humanos a los pueblos indígenas, con lo que justificaron su exterminio y la destrucción de su acervo cultural.
En Colombia para la época de la invasión había 3 millones de pobladores, de los que quedaron 300.000 en 1.537 por efectos de la guerra, la esclavización, las epidemias y enfermedades introducidas por los europeos, tales como la viruela, el sarampión, la gripe y el cólera [1].
Latinoamérica en lucha contra el colonialismo
Según un Informe de 2016 del Banco Mundial en el mundo existen 370 millones de indígenas, de los cuales apenas el 8 por ciento viven en América Latina; los Genocidios en pleno siglo XXI no cesan, por ejemplo, en Chile en el primer semestre de 2021 perpetraron 866 actos violentos contra el pueblo Mapuche en la Araucanía y Biobío, donde está el foco de conflicto con empresas agrícolas y forestales [2].
En Paraguay según la Federación Nacional Campesina a los campesinos e indígenas les siguen despojando las tierras por parte de terratenientes y políticos del régimen, el dirigente indígena Derlis López denuncia que «nunca solucionaron el problema de las tierras y nos quieren hacer ver como criminales», por ello el 29 de septiembre se movilizaron en Asunción contra la Ley que impone seis años de cárcel para quienes ocupen propiedades privadas [3].
De los 14,9 millones de habitantes de Guatemala 6,5 millones son indígenas, el 75 por ciento confinados en la pobreza y el 58 por ciento con desnutrición crónica; el Estado no ha reparado los daños por el Etnocidio que perpetró durante la Guerra (1960–1996), el cual persiste como lo prueba el Procurador de Derechos Humanos en el Informe de 2019 presentado a la ONU, donde señala que perpetraron 327 agresiones contra líderes, que incluyen 12 asesinatos, 18 atentados y 61 casos de criminalización [4].
Violencia estructural en Colombia
El reconocimiento de la Autonomía y juridicidad territorial de los pueblos indígenas consignado en la legislación colombiana no los ampara, porque la economía extractivista y agroexportadora está en su contra, por esto los latifundistas, corporaciones extranjeras y la derecha los estigmatizan y señalan como “los mayores terratenientes que impiden el desarrollo”.
Los proyectos mineros y petroleros, las hidroeléctricas, plantaciones de palma aceitera y obras turísticas promueven el destierro indígena, la Universidad del Rosario ha documentado 62 conflictos ambientales de diverso origen en territorios indígenas.
Este tercer Gobierno de Uribe recrudeció el exterminio, la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) denuncia que desde la firma de los Acuerdos de Paz de noviembre de 2016 hasta noviembre de 2019 perpetraron 43.033 agresiones, entre ellas 184 homicidios, 11.643 desplazados y 25.903 confinados; en septiembre de este año la Onic denunció el asesinato de 43 líderes indígenas en 2021, lo que significa la ejecución de entre 4 y 5 líderes cada mes.
La Onic denunció que de los 102 pueblos indígenas hay 70 en peligro de extinción, 90 por ciento de ellos en la Amazonía, 18 pueblos tenían menos de 200 integrantes y 10 menos de 100, el pueblo Makaguaje apenas cuenta con 5 personas; líderes Kankuamos afirman que “la situación de los pueblos indígenas en Colombia es de resistencia, en esta lucha hay cuatro principios que son: defender nuestra cultura, mantener la unidad, defender el territorio y lograr nuestra autonomía, los diferentes actores armados incluido el mismo Estado, han querido dominar a los pueblos indígenas del país, desconociendo esos principios” [5].
La Onic considera que “la situación crítica humanitaria y de Derechos Humanos de los pueblos indígenas de Colombia es responsabilidad de toda la humanidad”.
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[[1] La colonización de América provocó tantas muertes que incluso alteró el clima mundial. La Vanguardia, 20-07-2019.
[2] Violencia en Chile por conflicto mapuche aumentó 94 % en primer semestre 2021. Diario Libre, 23-07-2021.
[3] Las violentas protestas en Paraguay contra la modificación de una ley que castiga la invasión de terrenos privados. BBC, 30-09-2021.
[4] El mundo indígena 2020: Guatemala, IWGIA, 25-05-2020.
[5] La crisis humanitaria de los pueblos indígenas en Colombia. Hacemos Memoria, 04-10-2020.