CARABOBO Y LA REPÚBLICA INCONCLUSA

CARABOBO Y LA REPÚBLICA INCONCLUSA

Hernando Martínez

Con la victoria en la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821 culminó la Campaña que partió de Angostura en 1819, con que se liberó la Nueva Granada y Venezuela, abrió paso a constituir la República de Colombia, la grande, y generó las condiciones para la Campaña del Sur.

En la Batalla de Carabobo los patriotas aprovecharon la disgregación, debilitamiento y baja moral del Ejército realista acentuadas a partir de 1820, por la acción del pueblo patriota y el Ejército Libertador; esta victoria estratégica estuvo precedida por el Pacto de Armisticio y Regularización de la Guerra de noviembre de 1820 y por la sublevación de Maracaibo en enero de 1821.

Sin la fortaleza del liderazgo del Libertador Simón Bolívar no hubiese sido posible la victoria en Boyacá que derrumbó la moral del Ejército realista, sin Carabobo el Gobierno republicano no hubiese tenido la fortaleza para desarrollar la Campaña del Sur que liberó definitivamente a Ecuador y Perú, y fundó a Bolivia.

Angostura, la estrategia para un proyecto de Patria

El 15 de febrero de 1819 el Libertador Simón Bolívar instaló el Congreso de Angostura, en su discurso fundamentó el Proyecto de Constitución para Venezuela y la conformación de la República de Colombia, con esta estrategia en mayo inició la Campaña de la Nueva Granada.

Los propósitos que estableció fueron: “la reunión de la Nueva Granada y Venezuela en un grande Estado”, la formación de “un Gobierno republicano cuyas bases deben ser la soberanía del pueblo: la división de los poderes, la libertad civil, la proscripción de la esclavitud, la abolición de la monarquía y de los privilegios”, y reiteró “yo imploro la confirmación de la libertad absoluta de los esclavos, como imploraría mi vida y la vida de la República” [1].

Después de la Batalla de Boyacá del 7 de agosto de 1819 el Libertador recorrió las provincias de Tunja, El Socorro, Pamplona y Cúcuta el pueblo recibió con júbilo al Ejército Libertador apoyándolo con los recursos que poseía, legitimidad que llevó a que el 17 de diciembre de 1819 el Congreso promulgara la Ley Fundamental, cuyo Artículo Primero dice “las Repúblicas de Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este día reunidas en una sola, bajo el título glorioso de República de Colombia” [2].

En 1820 el Libertador Simón Bolívar se ocupó de ganar voluntades y acrecentar el prestigio del Gobierno soberano legitimando la Ley Fundamental, entre marzo y julio se estableció en Cúcuta para impartir las ordenes de Campaña a los Ejércitos de la Nueva Granada y de Venezuela, entre agosto y septiembre revisó las tropas en Campaña en la costa Atlántica; en julio había dado instrucciones para negociar con Pablo Morillo, quien había recibido instrucciones del Rey Fernando VII para negociar un Tratado de Paz [3].

El Armisticio fue el reconocimiento de la República de Colombia

La crítica situación política de España, Europa y América del Sur en 1820, fusionaron la rebelión en América con la inestabilidad del Reino, agudizada por sublevaciones como la de Los Constitucionalistas de Cádiz que implosionaron al imperio español, mermaron la moral y su capacidad para reponer sus tropas; en medio de esta crisis las dos partes negociaron durante 3 meses los equipos designados por el Libertador Simón Bolívar y el Pacificador Pablo Morillo, que concluyó con el Armisticio y el Tratado de regularización de la Guerra firmado el 26 de noviembre de 1820 en Santana, Estado de Trujillo.

Fernando VII aspiraba a un Armisticio donde las fuerzas independentistas lo reconociesen como Rey, pero las arduas negociaciones refrendaron lo ganado por los patriotas en el campo de batalla, Bolívar diría a Luis Perú De La Croix en 1828, “ya Colombia trataba como de potencia a potencia con España: un pretexto también para el importante Tratado de regularización de la Guerra que se firmó tal, casi, como lo había redactado yo mismo: tratado santo, humano y político que ponía fin a aquella horrible carnicería de matar a los vencidos; de no hacer prisioneros de Guerra” [4].

En enero de 1821 ocurrió el más significativo incidente de los 6 meses de tregua, con la sublevación de Maracaibo que había quedado bajo jurisdicción española, se sublevó con el agravante que los sublevados fueron respaldados por el Ejército Libertador acantonado en Gibraltar, en las cercanías de Maracaibo.

Al constatar ambas partes que España no reconocía la independencia definieron una fecha para romper el Armisticio, sin embargo Bolívar ordenó al Ejército Libertador seguir cumpliendo las normas del Tratado de regularización, además movió fuerzas para amenazar a Caracas y obligó a los realistas a reforzarla, lo que debilitó a sus fuerzas concentradas en Carabobo.

La victoria fue el resultado de la superioridad política, moral y militar

El envío a Europa de misiones diplomática patriotas fue permanente, el resultado se midió por el apoyo con oficiales en armas, fianzas y participación en las Batallas de Boyacá y Carabobo de competentes destacamentos irlandeses e ingleses, además de oficiales alemanes.

Las fuerzas materiales de ambas partes eran semejantes, la posición y despliegue de los realistas era formidable, pero la decisión de vencer de los patriotas fue superior, la moral de los patriotas se fundaba en la justa causa, la experiencia de combate, la valentía de soldados y oficiales estaba arraigada en el ejemplo de patriotas que ofrendaban su vida para vencer, como lo hicieron en la Batalla de Carabobo el General Cedeño, el Coronel Plaza y el Teniente Pedro Camejo, el parte enviado por el Libertador al Vicepresidente decía, “nuestra pérdida no es sino dolorosa: apenas 200 muertos y heridos” [5].

La Batalla no terminó el 24 de junio, a los patriotas les amaneció el 25 en la ciudad de Valencia, apenas tuvieron tiempo para recoger sus muertos, curar los heridos propios y del enemigo, el 26 continuaron la persecución de los realistas hasta Puerto Cabello.

La ruta del Sur

Antes de finalizar junio los realistas comandados por el General La Torre estaban sitiados en Puerto Cabello, mientras el General Pereira al rendirse abrió a los patriotas el paso hacia el mar por el puerto de La Guaira.

Caracas empezó a retomar vida en los primeros días de julio, hubo alegría y bullicio a pesar de la ruina causada por el terremoto de 1812 y por las huestes del sanguinario Boves.

Antes de partir hacia el Sur el Libertador entró a San Mateo, la hacienda de su niñez, a su encuentro salieron tres esclavos que aún quedaban allí a quienes declaró libres, el Ejército Libertador regresó por la ruta despejada que partiendo de La Guaira pasaba por Barinas, Cúcuta, Pamplona, El Socorro, Bogotá, Popayán y llegaba hasta Buenaventura.

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[1] Simón Bolívar discurso de Angostura. UNAM, Cuadernos de cultura latinoamericana, 21-11-1978.

[2-3-5] Gran Colombia y España 1819-1822, Daniel O’Leary, 1935.

[4] Diario de Bucaramanga: vida pública y privada del Libertador Simón Bolívar. Perú de Lacroix, 1924.

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