UN NUEVO PARADIGMA ECONÓMICO QUE MITIGUE LA DESIGUALDAD

UN NUEVO PARADIGMA ECONÓMICO QUE MITIGUE LA DESIGUALDAD

Chavela Villamil

La desigualdad existente y creciente es consecuencia del modelo, que se centra en el desarrollo plusválico y la acumulación de capital en un reducido grupo plutocrático, dando lugar a que millones diezmen ostensiblemente su calidad de vida y su poder adquisitivo.

Es más que evidente que la economía global atraviesa una crisis producto del modelo económico que concentra el capital en un grupo plutocrático minoritario, lo que incrementa incesantemente la brecha de desigualdad social; de igual forma las oscilaciones macroeconómicas globales que se han desarrollado durante las últimas décadas, han conllevado que grandes economías (desarrolladas y en vía de desarrollo) caigan en un periodo de recesión; desde luego esto afecta con mayor medida a los países dependientes de las economías externas.

Todo esto ha conllevado a que el Producto Interno Bruto (PIB) global se desacelere y decrezca, desde luego Colombia no es la excepción y el año anterior el PIB cerró en 0,6 por ciento, en el primer trimestre de este año el crecimiento ha sido de 0,7 por ciento, y según las proyecciones del Banco Central este año este indicador no superará el 1,6 por ciento.

Continúa creciendo la pobreza monetaria y multidimensional

De acuerdo con un informe del Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam, por sus siglas en inglés), a nivel global desde la pandemia la fortuna de los milmillonarios ha crecido a un ritmo de 2.700 millones de dólares al día, pero a su vez cerca de 1.700 millones de trabajadores viven en países dónde la inflación crece por encima de los salarios; además, se calcula que el uno por ciento de la población acapara el 65,3 por ciento de la riqueza global, mientras en los últimos años, 165 millones de personas caen en la pobreza.

En contraste, Latinoamérica enfrenta una de las tasas más altas de desigualdad, cerca de 98 milmillonarios acumulan “una riqueza combinada de 480.800 millones de dólares, lo que equivalente al PIB de Chile y Ecuador juntos” [1]; el informe es categórico al afirmar que la población más rica del mundo (1 por ciento) acumula la mayoría de la riqueza, mientras que 50 por ciento más pobre lucha por sobrevivir en condiciones inferiores a la línea de pobreza; desde luego esto no solo deja en entredicho el sistema de recaudo sino que demuestra lo inconveniente que es para la sociedad el actual modelo económico.

Según el informe en Colombia las cifras no son distantes de las globales y siguen su tendencia, en nuestro país el 1 por ciento de la población -plutocracia (población más rica)-, concentra el 33,7 por ciento de la riqueza, mientras que la mitad más pobre conservó el 4 por ciento; no obstante, el año anterior la riqueza de la plutocracia nacional creció 12,6 por ciento –en términos porcentuales, creció más de veinte veces lo que aumento el PIB nacional–, hoy existen 4 milmillonarios con un patrimonio neto acumulado de 25.000 millones de dólares, 25 veces más que hace dos décadas, cuando solo había un milmillonario con un patrimonio de 1.100 millones de dólares.

En Colombia, las fortunas de los grandes millonarios se han incrementado en un 19,5 por ciento, siendo la Banca la más beneficiada en gran medida por el favorecimiento que le brinda el incremento de las Tasas de Interés y de la Tasa de Usura; mientras según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) el poder adquisitivo per cápita ha disminuido en 31,3 por ciento y la Pobreza Multidimensional nacional llega a 12,4 por ciento y en el área rural a 25,12 por ciento; índices que acentúan la crisis económica y desde luego decrementan el desarrollo integral del país. Actualmente existen 19,3 millones de habitantes en la pobreza y 6,9 millones en pobreza extrema.

Ana María Upegui Directora Ejecutiva de Oxfam Colombia, afirma que, “las peores condiciones pobreza las afrontan las mujeres de las comunidades indígenas y afrocolombianas alcanza 64,6 y 47,3 por ciento de pobreza, respectivamente; esto nos demuestra que aunque todas las personas enfrentamos la misma tormenta, lo hacemos en barcos muy diferentes, haciendo énfasis en la necesidad de políticas con enfoque de derechos humanos que den respuesta a las necesidades de las poblaciones en situación de vulnerabilidad; además la captación tributaria debe tener un enfoque redistributivo.”

La solución no está en los subsidios estatales

Durante décadas gran parte del país y en especial las zonas periféricas han estado sumidas en un total abandono estatal, a tal punto que carecen de servicios fundamentales como alcantarillado y agua potable; lo que conlleva a que crezca constantemente la pobreza multidimensional, y con mayor fuerza se incremente la pobreza monetaria, en gran medida por el bajo poder adquisitivo per cápita, que a su vez está determinado por la falta de empleo formal, y la sobre proliferación del subempleo -rebusque-, que ni incrementa el poder adquisitivo ni mucho menos permite suplir las necesidades básicas.

La marcada contracción de la economía requiere que el Gobierno trace un plan de emergencia, que en plazo inmediato debe centrarse en la disminución del Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de intereses de Deuda Externa) y el incremento del recaudo, centrando este último no en la captación por masa de capital (exprimir la clase media), sino en la captación por volumen de capital neto, lo que quiere decir, que debe implementar la tributación de los grandes capitales y empresas con un enfoque redistributivo, no priorizando la inversión y la rentabilidad y congelando la media incremental del pago de pasivos onerosos como es el caso de la Deuda Externa.

La reactivación y la solidez implica un cambio de modelo económico o por lo menos un cambio en la política económica y fiscal, priorizando suplir el mercado interno a través del fortalecimiento de la industria y la producción nacional, además de desarrollar planes secuenciales que dinamicen el poder adquisitivo per cápita y decrezcan el costo de los servicios básicos y esenciales.

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[1] Desigualdad económica requiere reformas redistributivas. Valora Analitik, 04-07-2024.

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