EL VIACRUCIS DE LOS LIDERAZGOS SOCIALES
Himelda Ascanio
El genocidio en curso que viven los liderazgos populares en los territorios hizo eco en Roma; Sin embargo, el Gobierno colombiano parece escuchar poco o no tener capacidad, pues no logra frenar el asesinato y la persecución que viven líderes y lideresas.
El pasado domingo de Ramos durante la tradicional ceremonia del Ángelus, el Papa Francisco mencionó a la comunidad de Paz de San José de Apartadó, aunque lastimosamente lo hizo por los asesinatos cometidos en contra de pobladores de esa región. “Expreso mi cercanía a la comunidad de San José de Apartadó, en Colombia. Hace pocos días fueron asesinados una joven y un niño”, mencionó el máximo jerarca de la iglesia católica.
La joven y el niño eran Nayeli Sepúlveda y Edison David Higuita (14 años), quienes además de trabajar en la vereda La Esperanza, eran esposa y hermano de uno de los líderes de esta comunidad; días antes de este asesinato habían recibido la visita del presidente Petro en un acto público en el municipio de Apartadó. De hecho, el propio presidente publicó en su cuenta de X: “todo el gobierno, estuvo allí en Apartadó y nos reunimos con miembros de la comunidad en la Asamblea Popular. A nuestro regreso asesinaron dos miembros más de la comunidad. Fuerzas oscuras quieren reeditar el paramilitarismo en el noroeste del país”; -cómo si la estrategia paramilitar hubiese cesado en algún momento y las “fuerzas oscuras” no fuesen las propias Fuerzas Armadas del Estado-.
Lo que resulta más odioso de estas menciones sobre la realidad que sufren varias comunidades en el país, es que no hay cambios y los aparentes reconocimientos se quedan en alocuciones, oraciones o, peor aún, en redes sociales y cifras que se suman día tras día. Cómo si se tratara de un fenomeno irresoluble o del cual se desconocieran los perpetradores y sus intereses.
Contrario a esa idea, frente a la continuidad del genocidio a lideres y lideresas populares, es de conocimiento en las regiones, poblaciones, instituciones y organismos del gobierno, quienes están detrás de esta macabra estrategia de terror y arrasamiento de tierras. Pues, es el Estado mismo quien lo ha impulsado y permitido, a través de las mafias que han gobernado y las Fuerzas Armadas que en conjunto con el paramilitarismo han ejecutado las órdenes.
Por ello, mejor que un reconocimiento o una mención, lo que se quiere son acciones reales que confronten y acaben con la estrategia paramilitar y la Doctrina del Enemigo Interno. Brindar una verdadera presencia del Estado para los territorios marginados. En concreto, confrontar el viejo régimen y hacer real el mandato que el pueblo entregó a este gobierno.
Asesinados de esta semana
Yirleana Lorena Moreno Cuesta, era lideresa y defensora de DDHH quien hacía parte de la Red de Madres y Cuidadoras de Jóvenes Víctimas de Homicidios en Quibdó, Chocó; fue asesinada el 24 de marzo de 2024 en Quibdó, Chocó.
Luis Alfredo Gaitán Hernández, era un firmante del acuerdo de paz, hizo parte de distintas asociaciones en los municipios de Saravena y Fortúl; fue asesinado el 25 de marzo de 2024 en Arauca, Arauca.
Efrén Zapata Elorza, era docente en la Institución Educativa María Auxiliadora sede Sitio Nuevo, hacía parte de la Asociación de Maestros y Trabajadores de la Educación de Córdoba – filial de Fecode; fue asesinado el 26 de marzo de 2024 en Cáceres, Antioquia.
Emerson David Silva Martínez, líder juvenil y excandidato al Consejo Municipal de Saravena; fue desaparecido el 23 de febrero y encontrado sin vida el 27 de marzo, en la vía que comunica a Cubará, Boyacá con Saravena, Arauca.
El 30 de marzo sicarios perpetraron una masacre en el Barrio San Isidro en la localidad de Usme, Bogotá, que dejo cuatro víctimas fatales, tres mujeres y un hombre.