Chavela Villamil

La implantación de la Apertura Económica (AE) en la década del 90, trajo consigo una serie de medidas que introdujeron un modelo económico centrado en la reducción de los aranceles, lo que permitió que el mercado externo inundara nuestro mercado con productos de menor valor y calidad igual o superior a los producidos en el país, ocasionando que la industria y la agroindustria local fuera incompetitiva, desencadenando un cambio sustancial en el mapa productivo del país y en la oferta de materias primas.

Durante las últimas décadas el país ha incrementado la política económica neoliberal, bajo el sofisma de la internacionalización de la economía y la diversificación de las exportaciones, dando apertura a diferentes Tratados de Libre Comercio (TLC), que nos pusieron a competir en igualdad de condiciones arancelarias, pero en gran desigualdad en materia de producción, toda vez que en los países competidores, los productores reciben subsidios económicos y apoyo técnico y científico; política desastrosa que genera un colapso de la producción nacional.

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), dio a conocer el más reciente informe de balanza comercial, el año anterior las exportaciones generaron 49.542 millones de dólares, lo que representó un decrecimiento en este indicador en 12,9 por ciento; la principal disminución de dividendos la presentó el sector manufacturero que decreció 3,8 por ciento. El Presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), afirmó que, “hay una caída en la demanda y estamos viendo una caída en los precios y la divisa que decrece la captación” [1].

Una de las principales causas del decremento en las exportaciones es el déficit de productividad que atraviesa el país, generado por la carencia de un modelo productivo sólido, que robustezca la tecnología de la industria y el sector agropecuario, pero principalmente el elevado costo de producción de materias primas y productos agrícolas, ocasionado por el costo de los insumos, el mal estado de los canales de distribución y la inexistencia de incentivos a los productores. 

La falta de inversión integral en el sistema industrial y agroindustrial del país hace inviable e incompetitiva la producción nacional; por un lado, debe importar materias primas a un alto costo producto de la inflación global, por otro lado la inexistencia de subsidios a la producción, genera productos de alto valor comercial incapaces de competir en libre mercado. Las políticas económicas implantadas durante varias décadas han generado un sistema que enfatiza en la disminución tributaria de las grandes empresas y los beneficios arancelarios y financieros de las multinacionales, bajo el sofisma de que esto genera dinamización de la economía.

Financieramente Colombia es un país con potencial, sostenible y sustentable; sin embargo, las políticas económicas implantadas durante varias décadas han generado un sistema que no busca el incremento del poder adquisitivo per cápita, sino que enfatiza en la disminución tributaria de las grandes empresas bajo el sofisma de que esto genera nuevas plazas laborales, lo que en la práctica se contradice, ya que el empleo formal cada vez se reduce más y el bajo aumento del empleo obedece al incremento del empleo informal, que aunque produce masa monetaria, genera una economía volátil susceptible a la inflación y a la recesión económica por caída brutal de la demanda.

Rebajar la inflación e incrementar la producción interna tiene implícito cubrir el déficit de la balanza comercial, ya que en el contexto actual estamos importando inflación, y esto solo es posible si se fortalece integralmente la producción nacional de manera gradual y progresiva; en una primera etapa se debe empezar por el subsidio de la producción de alimentos básicos, cuyo déficit obedece a los costos de producción, en otras palabras, hacer rentable la agricultura colombiana.

Subsanar la crisis socioeconómica actual, dinamizar la economía y enfrentar su colapso, requiere de cambios estructurales del modelo económico e implica Reformas Estructurales al fisco y al sistema productivo; se requiere un modelo que fomente el desarrollo integral de la producción nacional y aumente el poder adquisitivo per cápita de la población.

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[1] Las exportaciones colombianas tuvieron disminución de 13 por ciento durante el año pasado. Valora Analitik, 06-02-2023.

3 comentarios

  1. No solo no se exporta por los costos, sino porque las trabas y requisitos que ponen impiden que cualquier emprendedor o campesino pobre tenga acceso a exportar sus productos

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