QUINTA BRIGADA PARAMILITAR EN EL SUR DE BOLÍVAR

Carmen Tarazona

Las fuerzas estatales y paraestatales escalan la ofensiva genocida contra los pueblos agromineros del Sur de Bolívar, allí 13 municipios cuentan con 10.220 kilómetros cuadrados, y en su Serranía de San Lucas y en el Brazo de Loba abundan el oro, la plata, el cobre y minerales asociados.

En esta región poblada por palenqueros, campesinos e indígenas desplazados por las Guerras quienes desarrollan agricultura de subsistencia y minería artesanal; allí desde 1985 hay conflicto con el Estado y con las grandes corporaciones mineras que presionan a los pobladores raizales para desplazarlos y despojarles sus derechos al territorio y a los Títulos Mineros; en febrero pasado en medio de una nueva ofensiva paraestatal asesinaron a dos importantes líderes Teófilo Acuña y Jorge Tafur.

Conflicto por el Pnis es la ‘cortina de humo’

El Gobierno de Duque desconoció el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de uso Ilícito (Pnis) y dejó sin efecto las opciones de diálogo y acuerdos, desde comienzos de marzo las comunidades de Simití, San Pablo, Santa Rosa y Cantagallo han protestado por los incumplimientos de los programas de sustitución del Pnis y por la violencia y extorsión a cambio de no erradicar los cultivos [1].

En el corregimiento San Joaquín de Simití las Fuerzas Armadas (FFAA) han disparado contra los cultivadores, en Patio Bonito, San Pablo, les dispararon desde un helicóptero dejando 6 heridos, el 16 de marzo en el corregimiento el Paraíso de Simití los paramilitares desplazaron a 400 habitantes.

Batalla por el oro de San Lucas

La incursión narcoparamilitar de Carlos Castaño en 1998 antecedió a la solicitud de exploración y explotación minera en la zona de la Serranía  de San Lucas por  la empresa  Anglo Gold Ashanti (AGA) en 2004, las acciones genocidas  en 5 años dejaron 333 campesinos asesinados, 80 desaparecidos y 60.000 desplazados; en resistencia al terror 12.000 agromineros realizaron un Éxodo Campesino de tres meses a Barrancabermeja, mientras tanto los paramilitares quemaron 689 viviendas y 2 alcaldías, y asesinaron a  29 personas.

Los narcoparamilitares de Castaño estaban conducidos por el Comandante de la Quinta Brigada del Ejército General Martín Carreño, y financiados por empresas mineras como Corona Goldfields, AngloGold Ashanti y Mineros S.A. [2].

En el IV Congreso Internacional de Energía y Gas de julio 2008 en Cartagena, la Anglo Gold Ashanti, Aurum, Cementos Argos y Mineros S.A., entre otras, insistieron en adquirir más concesiones en el Sur de Bolívar [3], conocedores que la región posee reservas de oro en 41,5 millones de hectáreas, considerada la mina más grande de América Latina [4], donde funcionan dos Distritos Mineros con 133 Títulos, de estos 51 tienen licencia ambiental y en 137 hay solicitudes de contrato de concesión. [5]; en el corregimiento Micoahumado de Morales existen yacimientos de cobre pedidos en concesión [6], en Santa Rosa del Sur y Simití el Gobierno otorgó cinco contratos de concesión para la explotación de Cobre, Oro, Plata, Platino y sus concentrados. [7].

La Consulta Previa con comunidades negras del río Caribona dejó sin efecto el Contrato de Concesión Minera JG4-1653 Coopcaribona, que pretendía abarcar 22 Títulos, un fallo del Consejo de Estado impidió la titulación de esta área.

Nuevas modalidades de Guerra paraestatal

El terror con bandas narcoparamilitares es conducido desde Santa Rosa del Sur sede del Distrito minero y de la Fuerza de Tarea Conjunta Marte; los campesinos afirman que en esta campaña de miedo y desalojo dejan en cada caserío a varios paramilitares de civil instalados en casas de familia, obligando a las comunidades a alimentarlos y hospedarlos; situación que está obligando a las comunidades a desplazarse hacia Simití [8].

El 25 febrero la comunidad de San Pedro Frío de Santa Rosa del Sur denunció en un vídeo que «el Ejército se disfraza de paramilitares del Clan del Golfo, para robar, perseguir y asesinar a los campesinos y mineros artesanales».

Hoy como en 1998 las operaciones combinadas de FFAA y narcoparamilitares son planeadas y conducidas por la Quinta Brigada del Ejército, esto explica porqué en un área tan militarizada se desplazan libremente unidades de supuestos paramilitares de varias centenas de integrantes, aterrorizando y desterrando a sus pobladores; Práctica Genocida por la que la oligarquía, su cúpula militar y los asesores de Estados Unidos deben rendir cuentas.