NO A LA SUBASTA DE TIERRA COLOMBIANA

NO A LA SUBASTA DE TIERRA COLOMBIANA

Omaira Sáchica

El acceso y la tenencia a las tierras productivas siempre ha sido un punto neurálgico y central en los elementos que nutren el actual conflicto social armado; por lo tanto, extranjerizar la tierra es una ironía que atenta contra los intereses de todos los colombianos.

En Colombia la tierra productiva abunda, el régimen la monopoliza en un pequeño grupo de propietarios, lo que amplía la desigualdad estructural; además, en los últimos años, ha puesto en venta a empresarios extranjeros las mejores tierras de la llamada altillanura de los ríos del oriente del país que desembocan en el Orinoco; subasta que aceleró el gobierno de J. M. Santos (2010-2018).

La monopolización y mal uso de la tierra

Según Oxfam, Colombia es el país de América Latina con mayor concentración en la tenencia de tierra, el 1 por ciento de las fincas de mayor tamaño tienen en su poder el 81 por ciento de la tierra colombiana, el 80 por ciento de la tierra con uso agropecuario está dedicado a la ganadería y solo el 20 por ciento a la agricultura; en este mismo sentido el 91 por ciento de la tierra está concentrada en el 1 por ciento de los propietarios.

Un primer problema son las superficies destinadas a los usos forestales, de 48 millones de hectáreas que tienen esta vocación, sólo 0,4 millones se encuentran en dicho uso. Igualmente, con vocación para ganadería y agricultura existen 34 millones de hectáreas y para ganadería, la mayoría extensiva, están destinadas 15 millones. En actividades agrícolas, actualmente sólo están en uso 5,3 millones de hectáreas, de los 22 millones que tienen dicha vocación.

El capitalismo mafioso que rige en el país determina las políticas públicas sobre uso y comercio de la tierra. El fenómeno de expansión de la ganadería extensiva coincide con otras problemáticas como el robo de baldíos, la concentración de tierras, el ocultamiento de latifundios improductivos, la degradación ambiental, la deforestación, la especulación en mercados de capital de tierras monopolizadas y el lavado de dineros del narcotráfico.

La tierra es un bien común de todos los colombianos

Nuestro país pone en riesgo gran parte de sus tierras cultivables y por ahí derecho arriesga la seguridad alimentaria y la soberanía nacional; tal como lo plantea el Proyecto de Ley 149 de 2024, que busca regular la propiedad, posesión y tenencia de tierras en la frontera agrícola por parte de extranjeros.

Se calcula que en el país, 1.047 millones de hectáreas están en propiedad de empresas extranjeras, compradas por alrededor de 30 transnacionales de Estados Unidos, Israel, Italia, España y Chile, entre otros países; en contraste, los campesinos solo han recibido 300.000 hectáreas de los 3 millones, que se les deben titular según el compromiso del Acuerdo de Paz de 2016 [*].

Congresistas engordan comiendo tierra

Mayo 19. La Agencia Nacional de Tierras -ANT- dio a conocer que va a recuperar un total de 6.000 hectáreas de la finca Buenavista en el Vichada y que pertenecían a Nicolás Laserna Valencia, primo de la senadora Paloma Valencia, y el congresista del Centro Democrático Gustavo Londoño. La ANT encontró inconsistencias en los documentos legales sobre estas tierras que ahora son calificadas como tierras baldías, por lo que ahora estarán dispuestas para el Estado y con ello a los campesinos de la región.

Mayo 30. Senadores involucrados en investigaciones por apropiación de tierras.

Del Partido Conservador: Marcos Daniel Pineda, con predios en Cereté, Córdoba; Liliana Esther Bitar, involucrada en terrenos de Ciénaga de Oro y San Carlos, Córdoba; Samy Merheg, con propiedades en Vichada y Valle del Cauca.

Del Centro Democrático: Familiares de la senadora Paloma Valencia, con terrenos en Vichada y Tolima.

Del Partido Liberal: Lidio García Turbay, vinculado a predios en San Juan de Nepomuceno, Bolívar.

De la Cámara de Representantes también figuran en las investigaciones: Carlos Cuenca Chaux, con tierras en Puerto Carreño, Vichada (Cambio Radical); Luis Eduardo Díaz Mateus, en Cerrito, Santander (Partido Conservador); y Ana Paola García Soto, con predios en Buenavista, Córdoba (Partido de la U) [**].

El tráfico con las tierras inicia en manos corruptas de políticos y burócratas de los partidos tradicionales, parte de las cuales las revenden a oligopolios extranjeros, como al magnate Bill Gates.

Es urgente cambiar el modelo

La inequidad en el acceso y tenencia de la tierra aunada a la crisis de productividad que ha sufrido el sector agrícola durante décadas, hace urgente una Reforma Agraria que no sólo solucione el problema de la repartición de la tierra, sino que brinde condiciones de vida digna a los campesinos, en especial los campesinos con menor poder adquisitivo y capacidad técnica e infraestructural.

Requerimos un modelo agrario y pecuario que dé prioridad a la redistribución y que base este proceso en la producción de alimentos con el fin de cubrir la demanda interna, y a futuro generar un superávit que incremente los volúmenes de productos agrícolas de exportación; desde luego esto implica fomentar el desarrollo integral de la producción nacional, lo que exige inversión en tecnificación, infraestructura y vías secundarias y terciarias.

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[*] Concentración de tierras en Colombia. Oxfam – Colombia, Cristina Díaz Díaz y Ada López Bayona, octubre de 2024.

[**] ANT recuperará 6 mil hectáreas que pertenecen a Nicolás Laserna, primo de Paloma Valencia, y congresista Gustavo Londoño. RTVC Noticias, 30-04-2025.

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