CAOS, ESTADO FALLIDO E INJERENCIA EXTRANJERA

CAOS, ESTADO FALLIDO E INJERENCIA EXTRANJERA

Blanca Moncaleano

Crean ingobernabilidad y se brindan para superar el caos que generan, no es una Teoría de Conspiración, es la estrategia gringa en curso en el país. Esta es una alerta para Colombia.

Los asesores militares estadounidenses con un brazo comandan las Fuerzas Militares (FFMM) estatales colombianas, mientras con el otro agrandan a bandas y Carteles de las drogas como el Clan del golfo, para que, lubricándose con el narcotráfico, cumplan el plan de desestabilizar al país, hasta un grado en que pueda declararse a Colombia como un Estado Fallido, clasificación que sustentaría un mayor nivel de presencia militar de Estados Unidos, con el supuesto fin de estabilizar el país.

Como en las épocas de Pablo Escobar, el Clan del golfo paga para que cada día maten un policía, mientras Álvaro Jiménez, encargado por Petro, simula que este, el principal Cartel de exportación de cocaína de Colombia, lo van a hacer entrar a un proceso de sometimiento a la justicia, al que tratan de hacer pasar como un proceso más de la política de Paz Total de este gobierno progresista.

Esta situación conduce a una realidad política y a un clima de inseguridad en el país, que está implosionando la gobernabilidad de cualquier región y mucho más a nivel central, dejando a Petro como un presidente, que no es jefe de Estado, porque los demás poderes se le oponen y alegan que sus actos de gobierno desinstitucionalizan al país.

La fórmula para tener una mayor injerencia gringa

Habría que recordar que cuando el gobierno de Pastrana (1998-2002) se declaró a Colombia como un Estado Fallido, declaratoria con la que justificaron la creación del Plan Colombia, imponiendo políticas militaristas y de paramilitarización, de entrega total sin tapujos de las FFMM a los gringos, que son realmente quienes las conducen desde entonces, sin que nadie se oponga a la intervención directa, ya ni siquiera la mencionamos.

Para el caso de Petro, el Estado Fallido sería una derrota, pues cargaría con el costo político de aceptar que su gobierno fue el que ‘perdió las riendas’, y que toda su política de paz ha fracasado. Igual que en los tiempos de Pastrana, la búsqueda de la paz quedaría como la razón que lleva a Colombia a hundirse, justificando otro momento de retoma del poder por parte de los EEUU, la oligarquía militarista y sus militares.

Aunque sea una derrota, es posible que Petro se vea forzado a declarar el Estado Fallido, lo evidente es que el presidente si está empujando a que Colombia deje de ser reconocido como un país con un conflicto armado interno, caracterización idéntica a la que sostiene el ex presidente Álvaro Uribe Vélez.

La constante alusión a los cárteles mexicanos no es una coincidencia, pareciera que el presidente quisiera que jurídica y políticamente Colombia tenga una situación similar a la de México, un país abiertamente en guerra, pero que no reconoce estatus político y mucho menos de beligerancia a algún cartel de las drogas, pues su conflicto es contra el narcotráfico.

México, con las complejidades que implica estar en la frontera con los EEUU, vive un conflicto muy intenso financiado y armado desde las diferentes instituciones gringas, que buscan que el gobierno no tenga el control de lo que sucede en sus territorios y que el poder de facto lo tengan los cárteles dirigidos desde EEUU. Sin embargo, jurídica y políticamente, aparenta ser un país sin guerra ni conflictos, solo son problemas de seguridad internos, donde además los gringos simulan ayudar a resolver con intervenciones militares, en el marco de la Guerra contra las drogas.

La trampa de la fracasada Guerra contra las drogas

En Colombia, estos cambios jurídicos en apariencia, esconden un verdadero interés del imperio por desconocer cualquier lucha política en el país, por esto, siguen fortaleciendo diferentes bandas armadas que ellos controlan, capturan y extraditan cuando lo requieren para ‘mantenerlos a raya’, además con esos procedimientos de captura les expropian y legalizan en EEUU gran cantidad de narco dinero. Recordemos que una persona extraditada puede llegar a un acuerdo con la DEA, donde entregan rutas e información, a la vez que si entrega sus fortunas se le permite la legalización de un porcentaje mínimo, mientras la DEA se queda con el resto.

El Proyecto de ley para el sometimiento que presentó Ariel Ávila en el 2023 para desmovilizar al Clan del Golfo, incluía que los narcos podrían legalizar el 6 por ciento de sus riquezas si se desmovilizaban y entregaban el resto al gobierno nacional. El proyecto nunca pasó y fue duramente criticado por ese artículo en particular. Ávila en su momento argumentó que esta modalidad la aplica EEUU, en todos los procedimientos con narcos y es funcional. Lo que es evidente es que a los gringos no les sirve que Colombia aplique esta figura, porque ellos perderían cuantiosas ganancias y el control sobre estas bandas armadas.

No hay que olvidar la tragedia de Afganistán, un país que antes de ser invadido por EEUU no era productor de heroína, luego del control total a través de bandas fundamentalistas armadas y entrenadas por ellos, retiraron sus tropas después de 20 años, dejando a Afganistán como el primer país productor de heroína del mundo.

‘Matar con puñal ajeno’

Ese sí es el verdadero Outsourcing neoliberal, es decir contratación por terceros donde la relación entre el empleador y el empleado es difusa y el primero no responde por lo que pase al segundo, lo que en términos bélicos es la llamada Guerra Proxy. Funciona para controlar y ‘mantener a raya’ a cualquier pueblo, con un negocio absolutamente funcional al imperio como el del narcotráfico y el de la guerra, además del control de otros países indirectamente, comprando con altas sumas de dinero a sus dirigentes.

Con el crecimiento de un mundo multipolar, el imperio norteamericano decide que esta modalidad  de guerra intermediada o Proxy deben fortalecerla, por esto, Colombia la han convertido en un exportador de este tipo de conflictos, llevando la guerra a través de bandas a Ecuador y Venezuela, además de ser un centro de mercenarios que salen a pelear en todas las guerras del imperio, como en Yemen, Ucrania y Sudán, pero también al interior de nuestro país, con miles de  soldados profesionales fogueados, que una vez los retiran de las FFMM, los destinan al Clan del golfo, reclutados con salarios altos, mejores que si se emplearan de celadores en Bogotá.

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