El Gobierno de Gustavo Petro utiliza la crisis humanitaria en el Catatumbo para esconder su propia incapacidad de sacar adelante una propuesta de gobierno que cumpla sus promesas de campaña. Permítanme desarrollar esta idea.
Categoría: Solución Política
Esta semana se conoció el nombramiento del general Pedro Sánchez, como nuevo Ministro de Defensa.
Las comunidades y organizaciones sociales del Catatumbo han dicho que no quieren condenarse a ‘cien años de soledad’, rechazan la militarización y la declaratoria de Conmoción Interior
La llamada crisis en el Catatumbo hizo que se revelara una realidad que, aunque ya venía siendo denunciada, permanecía oculta y manipulada: La Paz Total del gobierno es en realidad la continuidad del plan contrainsurgente, devastador de territorios
Los medios de desinformación masiva, desde el 16 de enero repiten que el conflicto en El Catatumbo es “la peor crisis humanitaria de la historia reciente del país”
La actual situación del conflicto en el Catatumbo, pone al descubierto varias realidades y debates sobre conceptos y construcciones en las que ha degenerado el Estado colombiano, hoy tergiversados por las empresas de comunicación del régimen
La historia de Colombia es de violencia como expresión del conflicto, donde la oligarquía y el imperialismo norteamericano someten a la sociedad colombiana y la confinan en una guerra perpetua; sometiendo al pueblo a la marginalidad, el hambre y la pobreza.
El campesinado colombiano es quien más ha sufrido el despojo y el genocidio en curso contra los liderazgos sociales. Razón por la cual se ha movilizado varias veces durante el gobierno de Petro
Durante el Estallido Social de 2021 el movimiento estudiantil y los sindicatos de educadores fueron fundamentales, en 2024 brilló su defensa de la educación pública y la democracia universitaria
El genocidio contra liderazgos sociales y defensores de DDHH sigue en curso, 186 denuncias de líderes sociales asesinados en Colombia en el 2024
Las operaciones Mariscal y Orión realizadas contra la Comuna 13 de Medellín entre mayo y octubre de 2002, ejecutadas por militares y paramilitares, desapareció a cientos de jóvenes por orden del gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010)
La paz y la vida son ideales falseados sobre los que han naturalizado su utilización espuria. Todos y todas queremos vivir en paz