APRUEBAN LICENCIA PARA FRACTURAR LA VIDA

Omaira Sáchica

Durante la campaña presidencial de 2018 Duque se comprometió a no implementar el Fracking; pero durante todo su mandato ha buscado por todos los medios hacer aprobar esta dañina técnica de fracturación que extrae petróleo, a costa de arruinar acuíferos y dañar la vida de los territorios.

El Fracturamiento Hidráulico (Fracking) es una técnica de extracción de hidrocarburos que consiste en inyectar a alta presión enormes volúmenes de agua y químicos a fin de fracturar las rocas para obtener petróleo y gas.

El químico inyectado para fracturar las rocas es altamente tóxico, el 25 por ciento de estos químicos no retornan a la superficie y por gravedad contaminan los canales subterráneos de agua, además contaminan la tierra y por efecto de sublimación el 15 por ciento se transforma en gas metano que va a la atmósfera como Gas de Efecto Invernadero (GEI), agravando el Calentamiento Global [1].

Este impacto negativo del Fracking sobre los ecosistemas y el cambio climático, ha llevado a que lo prohíban en 14 países: Francia, Bulgaria, Alemania, Reino Unido, Irlanda, Escocia, Sudáfrica, República Checa, España, Suiza, Austria, Australia, Italia y Uruguay, y también en varios Estados de EEUU [2].

Kalé y Platero una amenaza para el Magdalena Medio

En Colombia la normativa de Yacimientos No Convencionales (YNC) –Decreto 3004 de 2013 y la Resolución 90341 de 2014–, está suspendida por el Consejo de Estado, sin embargo, el ente permitió la realización de los Ppii (Proyectos Piloto de Investigación Integral) para “evaluar la viabilidad de la aplicación” del Fracking en nuestro país.

El 28 de marzo la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), aprobó uno de los dos Proyectos piloto de Fracking que estaba analizando, en la Resolución 0648 de 2022 autoriza la puesta en marcha del Proyecto Kalé, ubicado en Puerto Wilches, Santander, la zona autorizada tendrá 4,67 hectáreas y la actividad de fracturación será a 1,2 kilómetros de profundidad; según Ecopetrol el Ppii Kalé tendrá una inversión de 76 millones de Dólares y consta de una plataforma que incluye la perforación de un pozo horizontal, un pozo inyector y un pozo caracterizador de acuíferos profundos [3].

La gran mayoría rechaza el Fracking

El Secretario de Ambiente de la Gobernación de Santander afirma que, “el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) entregado a la Anla no fue socializado con la Gobernación y las comunidades, y se faculta esta práctica extractiva pese a que la Procuraduría recomienda no avalarla por falta de evidencia científica que indique que no afecte el medio ambiente, el agua y la salud pública” [4].

La Alianza Colombia Libre de Fracking sostiene que la decisión de la Anla se da “sin la participación amplia e informada de las comunidades, además falta de rigor de la entidad para evaluar un EIA con serias falencias en la definición del área de influencia, los temas bióticos, hidrológicos, hidrogeológico y de salud, e invisibilizando la pesca artesanal, entre otros hallazgos técnicos relevantes” [5].

David Boyd Relator Especial de Naciones Unidas afirma que, “hay una necesidad imperante de reducir radicalmente y de forma inmediata las emisiones de GEI del sector energético; en esa medida el Gobierno de Colombia debe aprobar una Ley para prohibir el Fracking” [6].

Acabar con el uso de combustibles fósiles

Están ampliamente documentados los daños que las energías fósiles ocasionan en el ambiente y la incidencia en el cambio climático; por consiguiente, los Gobiernos deben ser conscientes y acabar paulatinamente la utilización de la energía fósil, e iniciar sin demora el desarrollo de energías alternativas benévolas con el planeta.

Esta transición energética no la van a iniciar los Gobiernos que legislan a favor de las multinacionales que engordan con el extractivismo; por lo tanto, el cambio solo será posible cuando la sociedad se una y luche por cambios sociales y políticos que mejoren su calidad de vida y sean proteccionistas de la Madre Tierra.