LA REFORMA LABORAL: UN FANTASMA EFÍMERO

LA REFORMA LABORAL: UN FANTASMA EFÍMERO

Chavela Villamil

El Congreso oponiéndose a una tímida Reforma laboral, es un contrasentido en un país donde escasea el empleo formal mientras el empleo informal -rebusque-, se ha convertido en la única forma de subsistencia y diariamente decae el poder adquisitivo.

El modelo económico fomenta la desigualdad y la contracción de la economía global que se ha agudizado en los últimos meses ha exacerbado el desempleo y, gran margen de la población ocupada es cubierta con el empleo informal, que no alcanza a solventar los márgenes básicos de manutención.

La falta de empleo sumada a los altos costos de los alimentos básicos y los servicios esenciales, lleva a que miles de desempleados recurran al trabajo informal como única opción de ingreso, generando una burbuja laboral especulativa y despreciativa en termino de poder adquisitivo, es decir, el trabajo informal hace que disminuyan la cifras de desempleo, pero los ingresos per cápita recibidos por esta actividad son inferiores a los requeridos, para cubrir las necesidades básicas de una persona y mucho menos de un núcleo familiar.

Insostenibilidad de las condiciones laborales

En días recientes el Senado en una estratagema hundió la Consulta Popular, a la par que revivió el debate de la Reforma Laboral, lo que constituye un ‘canto de sirena’, ya que todo indica que será hundida de nuevo o en su defecto de ser aprobada, saldrá con muchas modificaciones, que la harán mucho más precaria de lo que ya era; ya que en si misma esta Reforma restablece algunos derechos de los trabajadores, pero no aborda los problemas de fondo, como la creación de plazas laborales, la formalización del empleo, la nivelación salarial, entre otros.

La Reforma Laboral que tratan de revivir en el Congreso, no es una propuesta que modifica el sistema laboral y mucho menos tiene injerencia en el modelo económico, es un proyecto que restituye derechos legítimos de los trabajadores, que durante anteriores Gobiernos fueron cercenados, para satisfacer las exigencias de los empresarios, que a toda costa buscan incrementar sus utilidades, aunque esto implique pauperización laboral.

La Tercerización Laboral, la pauperización de las condiciones laborales y salariales, el recorte de horas extras, entre otros, si bien son problemas trascendentales para el sector laboral, que tienen repercusión directa en la calidad de vida de la población, son problemas secundarios si se tiene en cuenta que las principales falencias del modelo laboral, es la baja oferta de plazas laborales y en especial la preponderancia del rebusque o empleo informal, que genera una burbuja financiera especulativa, que no incrementa el poder adquisitivo per cápita, pero contribuye al incremento de la inflación, la desigualdad y, la pobreza multidimensional y monetaria.

La estabilidad y dinamización económica está determinada por la capacidad de poder adquisitivo per cápita, sin este, el mercado cae en un descenso grave de la demanda y se desacelera. Por ende, es un riesgo financiero sostener la productividad con base en una economía informal, aunque esta garantiza fluctuación de masa monetaria, no permite generación sostenida y progresiva de poder adquisitivo per cápita, además pauperiza las condiciones laborales.

Basar la economía en la proliferación del empleo informal es cuando menos un riesgo, Desde este punto de vista, la proliferación del empleo informal genera una economía volátil y nos hace proclives a caer en una recesión económica.

Soluciones definitivas a la crisis laboral 

La reactivación y la solidez de la economía se consigue aumentando el flujo de capital circulante y la creación de nuevas plazas laborales, además es necesaria una tributación redistributiva y diferencial acorde al capital neto, esto dinamiza el poder adquisitivo per cápita aumentando la demanda, lo cual se traduce en reducción del desempleo y aumento de la capacidad de producción de las empresas.

Basar la disminución del empleo en el incremento del empleo informal es un riesgo económico y financiero, aunque el comercio informal garantiza fluctuación de masa monetaria no permite generación sostenida de poder adquisitivo per cápita, y obliga al Gobierno a incrementar los subsidios sociales y económicos, incrementando el creciente déficit fiscal.

Superar la actual crisis económica y el déficit de poder adquisitivo, implica instaurar una política económica fundada en la formalización del empleo y la mejoría de las condiciones salariales, además debe generar una tributación redistributiva que permita subsidiar capas bajas de la sociedad, el sistema actual no genera ni inclusión social ni sostenibilidad ni mucho menos crecimiento y productividad, por tanto, se requiere un modelo que fomente el desarrollo integral de la producción nacional, y que a su vez disminuya el Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de intereses de la Deuda Externa) e incremente de manera integral el Gasto Social.

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