¿POR QUÉ DEBEMOS PAGAR LA CRISIS DEL MODELO?

¿POR QUÉ DEBEMOS PAGAR LA CRISIS DEL MODELO?

Chavela Villamil

El Capitalismo como sistema dominante ha monopolizado los medios de producción y expoliado los bienes naturales sin salvaguarda del ambiente, para sostenerse desarrolla una narrativa fundada en mitos que hoy se resquebrajan.

El cambio en los sistemas de producción y el fortalecimiento de la industrialización conllevó la expansión de la economía y derivó la globalización de los procesos y los mercados, en otras palabras, la economía se desregularizó y empezó a regirse por el libre mercado y el libre comercio, -esto es lo que la teoría económica denomina Neoliberalismo-.

Desde el 2008 las principales economías capitalistas han estado en lo que el economista Michael Roberts ha denominado Gran Depresión, toda vez que se ha desplomado la productividad, la producción y el empleo formal, pero aun así se centra en el lucro monopolista y en la acumulación de capital en un reducido grupo, lo cual genera una brecha de desigualdad social insostenible [1].

El poder adquisitivo no se adquiere recogiendo “goticas”

El modelo económico tiene implícita la falacia de que el fortalecimiento de las mega empresas de capital privado genera desarrollo sostenible, ficción que denominan Trickle Down Effect (TDE, por sus siglas en inglés), donde la productividad y el desarrollo se sustentan en el favorecimiento fiscal y tributario de las grandes empresas, ya que si estas empresas aumentan su riqueza esta se derramaría por goteo hacia las capas medias y bajas de la sociedad.

Los países que por décadas han aplicado el TDE en su economía no han logrado minimizar la brecha de desempleo, ni han aumentado la capacidad de compra de los trabajadores; por el contrario, a medida que los dividendos del capital privado se incrementan los ricos se vuelven más ricos y se pauperiza el sector asalariado y se incrementa el empleo informal, lo cual aumenta la brecha de pobreza y desigualdad.

Las tesis de Keynes sostienen que “la crisis económica no existe debido a la escasez de recursos, sino por la escasez de demanda, que provoca que no se consuma lo suficiente como para tener que producir una cantidad de bienes que dé trabajo a todos” [2]; en otras palabras, la dinamización de la economía depende del fortalecimiento del poder adquisitivo de las personas y no de las rentas de las mega empresas.

Enajenación de activos y privatización de servicios públicos

El Pasivo Social en la teoría neoliberal es visto como un gasto corriente no redituable, por consiguiente buscan la manera de ceder total o parcialmente el dominio sobre derechos adquiridos como la salud; en el caso específico de Colombia la Ley 100 de 1993 privatizó el Sistema General de Seguridad Social, entregándole un lucrativo negocio al sector oligopólico y permitiéndole al Estado evadir sus responsabilidades.

Tras la Ley 100 un derecho fundamental se convirtió en un negocio lucrativo y los pacientes se convirtieron en clientes, desde luego esto es lesivo para el desarrollo social de una economía; por el contrario, la fortaleza del Sistema Público de Salud es vital para que un país afronte satisfactoriamente enfermedades prevalentes y pandemias, pero esta solo se puede lograr en la medida que las políticas públicas estén encaminadas al bienestar social y no a la generación de utilidades para las empresas privadas.

La Apertura Económica solo sirvió a unos pocos

A partir de la década del 90 el país incrementó la política económica neoliberal bajo el sofisma de la internacionalización de la economía y la diversificación de las exportaciones, lo que dio pie a la política de Apertura Económica (AE) y nos arrojó a la era de los Tratados de Libre Comercio (TLC).

La AE permitió que mercados extranjeros inundaran nuestro mercado con productos de menor valor y calidad igual o superior a los producidos en el país, haciendo que la industria local fuera incompetitiva y generó un cambio en el mapa productivo del país y en la oferta de materias primas; en otras palabras, la AE nos convirtió en una economía dependiente que erróneamente optó por resolver su consumo interno a través del mercado exógeno.

Un modelo basado en la autosostenibilidad

Colombia requiere con urgencia un cambio de modelo económico, ya que el sistema actual no es sostenible e imposibilita el crecimiento y la productividad, por lo cual es impostergable la redistribución del gasto y la tributación, para fomentar integralmente la producción nacional.

La reactivación y la solidez de la economía se consigue aumentando el flujo de capital líquido y la creación de nuevas plazas laborales, además es necesaria una tributación redistributiva y diferencial acorde al capital neto, esto dinamiza el poder adquisitivo per cápita aumentando la demanda, lo cual se traduce en reducción del desempleo y aumento de la capacidad de producción de las empresas.

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[1] Las tres contradicciones de la Gran Depresión. Sin Permiso, 21-03-2022.

[2] Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero. Fondo de Cultura de México, 13-12-1935.

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