CONTRA EL RÉGIMEN OPOSITOR, UNIDAD POPULAR

CONTRA EL RÉGIMEN OPOSITOR, UNIDAD POPULAR

Damaris Izaguirre

La demagogia gubernamental dice que los cambios vendrán vía legislativa, así justifica sus nexos con el régimen y su subordinación con el Tío Sam; sin embargo, los hechos hablan por sí solos y dejan claro que la única vía para el cambio es la lucha popular.

El Gobierno del cambio durante la campaña presidencial se dedicó a ‘vender humo’ e instrumentalizó las necesidades y los anhelos de Los Nadie y la Colombia profunda, lo que le permitió ganar las elecciones; sin embargo, casi tres años después de la instauración de un supuesto Gobierno progresista, el cambio prometido se desvanece como humo, hay mucha diferencia entre lo prometido y lo ejecutado; quizás las dos grandes promesas incumplidas sin ser las únicas, son el rompimiento con el régimen y la deposición de la Doctrina de Seguridad Nacional, lo que implicaría llevarle la contraria al Tío Sam, ¿Petro y su Gobierno están dispuestos a esta ruptura?

Uno de los principales desaciertos del Gobierno de Petro, -para algunos traición al movimiento popular-, es no hacer una ruptura radical y definitiva con el régimen, pese a la inoperancia y poca productividad que ha traído sostener alianzas con los exponentes del régimen, muestra de ello es que a la fecha no ha podido aprobar ninguna de las reformas propuestas por el Gobierno; además, este gobierno progresista continúa subordinado al imperio norteamericano y leal a sus intereses, muestra de ello es que la Doctrina de Seguridad Nacional impuesta por el Tío Sam, es la determinadora del genocidio contra los líderes sociales, continúa sin ser modificada y mucho menos depuesta.

Los hechos hablan por sí solos, son irrefutables y dejan en evidencia que este Gobierno no es capaz de realizar las transformaciones de fondo que Colombia exige, porque ello implica romper con el régimen y desconocer las órdenes del Tío Sam, cualquier cambio real por incipiente que sea, no vendrá de manos ni de este ni de ningún Gobierno que este direccionado por el Tío Sam; el cambio no puede ser retórico y debe estar fundado en hechos tangibles, pero este no se puede limitar a lo que haga un gobierno; el cambio debe darse a toda costa y para ello es indispensable la lucha decidida y organizada del pueblo, en manos de este está alcanzar unidad de clase y lograr un país donde quepamos todos, en paz con justicia y equidad social.

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