LOS RICOS SE ATRAVIESAN A LOS CAMBIOS

Damaris Izaguirre

El sistema económico y político colombiano está fundado sobre una pirámide donde Los Nadie sostienen en la cima a los ricos, por ello la clase privilegiada y el régimen no están dispuestos a permitir cambios que rebajen sus privilegios y mucho menos que depongan el statu quo.

El Gobierno de Petro durante la campaña propuso cambios que exigen una determinación política, que lo lleve a romper con el régimen y gobernar para Los Nadie, a su vez requiere un presupuesto con enfoque en lo social, que no provenga de sobrecargar con impuestos a los pobres, sino que el dinero sea recaudado de los grandes empresarios, terratenientes y multinacionales, que viven de explotar a la clase trabajadora.

En estos dos años de gobierno, Petro y su gente se han negado a romper radicalmente con el régimen y en cambio sostienen una alianza tóxica con este y la politiquería tradicional, razón por la cual el esperado cambio se convirtió en medidas cosméticas que disfrazan la realidad, mientras los problemas estructurales se agravan.

La no aprobación del Presupuesto General de la Nación para 2025 en el Congreso de la República, lo coloca en la encrucijada de gobernar en favor de Los Nadie como es el deber ser de sus promesas o sostener los privilegios del gran capital; que da continuidad a la debacle económica que sufre el país, por cumplir los acuerdos hechos con el Tío Sam y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le exigen al Gobierno progresista, mantener el modelo económico intacto, para mantener los enormes beneficios a la plutocracia nacional y multinacional.

Los hechos hablan por sí solos, son irrefutables y dejan en evidencia que este Gobierno no es capaz de realizar las transformaciones de fondo que Colombia exige, porque ello implica romper con el régimen y desconocer las órdenes del Tío Sam, cualquier cambio real por incipiente que sea, no vendrá de manos ni de este ni de ningún Gobierno que este direccionado por el Tío Sam; el cambio no puede ser retórico y debe estar fundado en hechos tangibles, pero este no se puede limitar a lo que haga un gobierno; el cambio debe darse a toda costa y para ello es indispensable la lucha decidida y organizada del pueblo, en manos de este está alcanzar unidad de clase y lograr un país donde quepamos todos, en paz con justicia y equidad social.