¡POR UN EMPLEO DIGNO!

Damaris Izaguirre
En nuestro país el desempleo, la falta de ofertas laborales con remuneración salarial justa, la tercerización laboral y, el posicionamiento del rebusque como única opción; han pauperizado las condiciones “laborales” y han acrecentado la pobreza, la miseria y la desigualdad.
En las últimas semanas las jugadas y triquiñuelas de los congresistas al servicio del régimen, han impedido de todas las formas posibles, que se ejecuten las transformaciones y reformas que busca el Gobierno en pro del bienestar de Los Nadie y la clase trabajadora; en medio de este desesperado intento del régimen de que todo siga igual y favorecer sus intereses a la vez que calma el ardor popular, llevó a que los Congresistas serviles revivieran la reforma laboral -pero envenenada-, es decir, discuten de nuevo la reforma laboral planteada por Gobierno, pero esta vez modificada y con las acostumbradas trampas -’micos’-, que suelen incluir para pervertir las leyes y darle continuidad al favorecimiento de los megaempresarios y capos del régimen.
En esta ocasión, la reforma envenenada, dentro de sus adendas incluye la posibilidad de la contratación por horas, articulado que en sí mismo detrae lo planteado por la propuesta del Gobierno, lo que implica retraer años de conquistas laborales, ya que al darse el trabajo por horas facilita la perpetuación de la tercerización laboral, los empleos sin seguridad laboral y en sí, agrava la pauperización laboral y detrae el libre derecho de asociación de los trabajadores -sindicalización-. Esto llevó a que el Gobierno se retrajera de su propia propuesta, el Presidente Petro en su cuenta en ‘X’ afirmó: -“el contrato por horas es una propuesta de Iván Duque que el pasado Congreso no quiso aprobar. La reforma laboral se convierte con ese artículo en una verdadera contrarreforma de las más atrasadas de las que se han visto»-.
El Gobierno tiene toda la razón en rechazar una reforma en la que permitimos que pasemos de un salario estable a un “salario” volátil donde un día recibes más y otros días menos, ¿acaso el trabajo por horas no se puede considerar ‘informalización laboral’ y desmejora de las condiciones laborales?, ¿no es esto inconstitucional? Sin embargo, el Gobierno es demagógico ya que se rasga las vestiduras por los trabajadores, a la par que basa sus cifras de disminución del desempleo, -el cual baja en el mismo porcentaje en el que aumenta el trabajo informal-, es decir, manosea las cifras y las usa a su conveniencia para tapar, su inoperancia en materia de políticas claras, que formalicen el empleo y aumenten la capacidad de compra de la clase baja y media. Además, tapa su derroche y sus alianzas con el régimen, sacando pecho con la supuesta disminución de la inflación y el desempleo, afirmaciones que no son más que una falacia, que trata calmar los ánimos y evitar un alzamiento popular.
Permitir el trabajo por horas, es dar pie a que los grandes empresarios le quiten aún más derechos a los trabajadores, es admitir de facto la pauperización de las ya deplorables condiciones laborales, lo agudiza aún más la crisis económica y social existente. Este ‘mico’ de la nueva ley, pone los reflectores sobre los miles de trabajadores que son seudo-esclavos al ser víctimas de la tercerización laboral, del trabajo destajo, de las grandes maquilas, donde trabajan hasta extenuarse con salarios de miseria, mientras los megaempresarios obtienen ganancias hasta del 500 por ciento. No se puede que el régimen y los oligopolios siempre se van a a oponer a cambios que afecten sus intereses, sin embargo, no se puede pasar por alto que este Gobierno –autodenominado del cambio- pretende hacer cambios a favor de Los Nadie, sin hacer una ruptura radical con el régimen, ya que continúa sosteniendo sus representantes en el seno del Gobierno, vocifera contra los megárricos, a la par que les mantiene sus privilegios y desde luego facilita el remozamiento del régimen, ¿se puede servir a dos amos?, ¿es posible cambiar el orden político y económico sin una ruptura radical con el régimen?
El Gobierno autodenominado del cambio tiene el compromiso moral y político de desarrollar el mandato popular emanado del Estallido Social de 2021; por lo tanto, está obligado a cambiar la política económica y crear nuevos paradigmas enfocados a diezmar la desigualdad y la pobreza que sufre más de la mitad de la población; sin embargo, ni este ni ningún Gobierno que haya hecho acuerdos con el Tío Sam y el FMI, irá en contra del régimen y sus intereses, tan solo hará cambios que calmen los ánimos para que toda siga igual. En este contexto, los verdaderos cambios sociales, solo vendrán de manos de la gente, porque ‘solo el pueblo salva el pueblo’ y en esta medida la lucha popular debe sostenerse y continuar sus gestas por las transformaciones estructurales que el país necesita.