¡A DEFENDER EL MANDATO POPULAR!

Damaris Izaguirre
El régimen de todas las formas posibles se ha opuesto a cualquier reforma o formula que le dé tan siquiera un poco de respiro a Los Nadie, quienes padecen la pobreza estructural que engendra el sistema, con la que mantienen los privilegios del régimen y sus aliados.
Este Gobierno progresista ha planteado reformas tibias que no resuelven los problemas de fondo, pero aun así estas reformas han sido aplastadas una y otra vez por los representantes del régimen en el Congreso de la república, quienes sin máscaras han dicho que, no permitirán reformas o cambio al modelo; tal como lo demostró en estos días el presidente del Senado, en una carta convocando a los congresistas a votar las reformas de acuerdo a sus supuestas convicciones, ¿cuáles convicciones?, ¿las de sus intereses de clase?, ¿las que les dictan los magnates y el régimen?; esta misiva es una afrenta al movimiento popular, es también un constreñimiento a cualquier congresista, que se quiera salir de los lineamientos del régimen y del tío Sam.
El publicitado Estado Social de Derecho y la supuesta democracia que fue instaurada por la política burguesa hace más de una centuria, apelan a dogmas como la supuesta separación de poderes y la arruinada representación que otorga la elección de cargos estatales vía elección popular, ambos ahogados en la corrupción y el clientelismo, porque los Congresistas sirven a intereses particulares y no actúan en beneficio de los colombianos. Esta corrupción de la democracia es conocida por el Gobierno progresista, pero, se auto sabotea al pretender cambiar esta ruina, colocando en el alto Gobierno a ‘alfiles y camaleones’ de la vieja politiquería, con lo que logra el remozamiento del régimen sumiso al Tío Sam, en vez de defender el interés popular.
Nuestro país no es libre y mucho menos democrático y, es el momento propicio para exigirle al Gobierno del Cambio que se sincere y diga si está en capacidad de lograr transformaciones estructurales y no un proceso cosmético que ejecuta solo cambios superficiales. Por tanto, es inaplazable retomar la unidad popular en torno a una sola bandera, ejecutar las transformaciones estructurales que mandató el Estallido Social de 2021; los hechos dejan entrever que los cambios solo vendrán de mano de la movilización firme y decidida y lucha popular.
Necesitamos verdaderos cambios en el país, pero estos cambios no vendrán de la mano del uribismo
El gobierno progresista traiciono al pueblo, al insistir en mantener alianzas con los partidos de derecha
Tenemos que luchas porque por fin nuestro país pueda ser verdaderamente libre
Petro es un traidor que vendió el proyecto progresista a los politiqueros de siempre, una muestra fehaciente es que le dio la espalda Bolívar.
El progresismo es de corte neoliberal. La socialdemocracia, la cual «pretende» obtener cambios estructurales con reformas superficiales que no cambian las condiciones materiales de la clase trabajadora, es el «ala moderada del fascismo», pues perpetúa la lógica del capital. Muy bien lo dijo Lenin al plantear lo inútil e infantil que es la posición de «izquierda» del espectro dentro del marco comunista. Hasta que el proletariado no se tome el poder y cambie la constitución, independientemente de la opinión o acciones de los opositores (liberales, socialdemócratas, antincomunistas en general) no existirá ningún cambio.