a la juventud que exigió justicia y libertad, dictadura que el pueblo rechaza en su lucha para salir de esta horrible noche.
Quizás la forma más sólida y básica de optimizar y desarrollar una economía es gastar menos de lo que se produce y reducir las importaciones al mínimo, es decir, fortalecer la industria propia para solventar el consumo interno y solo importar lo estrictamente necesario.
Durante décadas el fraude electoral ha sido una constante a través de la cual preservan el statu quo, parece que las elecciones del 2022 no serán la excepción, las denuncias respecto a las triquiñuelas de la Registraduría para favorecer candidatos leales al régimen son crecientes e inocultables.
El 2021 fue otro año de Genocidio contra el pueblo, pero recrudecido contra las organizaciones sociales y políticas de la costa Pacífica, que en el reordenamiento territorial imperialista están destinadas a megaproyectos, por lo que necesitan desplazar su población.
En 2021 el gran capital frenó las políticas multilaterales elevando sus ataques a la vida, Estados Unidos (EEUU) derrotado en Afganistán aflojó la OTAN y creó la alianza Aukus contra China, mientras las fuerzas populares avanzaron en contener los embates del imperialismo y el neoliberalismo.
“Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor” Desmond Tutu, 7-10-1931_26-12-2021.
En su Saludo de Año Nuevo la Dirección Nacional del Ejército de Liberación Nacional rinde un homenaje a las históricas luchas que libró el pueblo colombiano en el año que termina, y convoca a darles continuidad con el mayor brío que les dará nuevos niveles de unidad popular.
El régimen a través del Congreso donde es mayoría crea leyes para restringir derechos civiles y constitucionales, a la vez que legaliza el paramilitarismo urbano, lo que demuestra cómo el Gobierno de Duque encabeza una Narcodictadura.
Algunos miembros de la Fuerzas Armadas (FFAA) a regañadientes han confesado que miles de ellos son responsables por ejecutar a millares de inocentes, Práctica Genocida que intentan justificar como “conducta omisiva”, cuando la realidad demuestra que se trata de una política de terror de Estado.