ASEGURAR LOS GASTOS BÁSICOS DINAMIZA LA ECONOMÍA

ASEGURAR LOS GASTOS BÁSICOS DINAMIZA LA ECONOMÍA

Claudia Julieta Parra

La recesión persistente de la economía impacta duramente el mercado interno; en las calles y los centros de acopio los productos continúan con altos costos, lo que ha incubado una caída brutal de la demanda que desacelera la economía y exacerba la recesión existente.

El aumento desaforado del precio de los productos básicos afecta la calidad de vida de las personas, en especial las capas medias y bajas, quienes optan por disminuir la cantidad de alimentos de consumo diario y la veda de productos que por su alto costo son sustituidos por otros similares de menor costo.

A comienzos de este año el Gobierno fusionó diversas ayudas y subsidios para dar origen a la ‘Renta Ciudadana’, que tiene como propósito ayudar a las familias más vulnerables del país, con transferencias económicas que no superan los 500.000 pesos mensuales; medida que no pasa de ser un placebo, ya que la cifra apenas sobrepasa la línea de pobreza y no solventa las necesidades básicas, además, los problemas socioeconómicos de gran parte de la población, no se resuelven con subsidios raquíticos, sino resolviendo las deficiencias estructurales del modelo.

Superar la crisis económica exige transformar estructuralmente el modelo, lo que incluye construir nuevos paradigmas de asistencia social, que trasciendan las ayudas primarias y que en muchas ocasiones favorecen más a la Banca que a las personas subsidiadas, como es el caso de los subsidios bancarizados, de los cuales las entidades financieras y bancarias reciben un porcentaje por cada transacción, el cual es asumido por el tarjetaviente; en otras palabras, se requiere asistencia integral a fin de superar los fenómenos que afligen a la población y la sumen en la miseria y la exclusión.

Estos cambios son lo mínimo que requiere nuestra sociedad para dar inicio a la mitigación del empobrecimiento, la desigualdad y la exclusión; estas transformaciones implican en primera medida un cambio trascendental del Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de intereses de la Deuda Externa) y de las políticas económicas que tienen como centro favorecer la producción de capital para ser monopolizado y no con fines redistributivos.

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