Omaira Sáchica

La Conferencia de las Partes (COP) busca que los Estados negocien y acuerden medidas que mitiguen el Cambio Climático y sus impactos ambientales; sin embargo, las medidas adoptadas hasta ahora resultan ser inocuas y la crisis actual demanda soluciones de fondo.

Décadas de implantar un modelo capitalista que desarrolla la sobre industrialización y la expoliación desmedida de los bienes naturales, con el fin de generar grandes capitales financieros con destino a un grupo reducido de la población; esto gestó una catástrofe ambiental con impactos directos sobre los fenómenos climáticos, los cuales se han exacerbado durante los últimos años, haciéndose evidentes a través de grandes olas de calor, inundaciones, sequías, destrucción del permafrost, entre otros.

El Imperial College de Londres es enfático al afirmar que los seres humanos estamos superando de manera acelerada la cantidad neta de emisiones de Gas Carbónico (CO2) -uno de los principales Gases de Efecto Invernadero- que podemos emitir sin alterar el Calentamiento Global; esto sumado a la deforestación acelerada de bosques y selvas, ha aumentado considerablemente la temperatura del planeta, por lo tanto, existe una alta probabilidad que antes del 2024 el planeta supere los 1,5 grados centígrados de temperatura [1], lo que agudizaría la crisis climática e incrementaría la ocurrencia de fenómenos naturales, que ponen en riesgo nuestra supervivencia como especie.

La inflexión climática está cerca de ser irreversible

La Universidad de Naciones Unidas (UNU), afirma que la humanidad se está acercando hacia peligrosos puntos de quiebre, es decir, umbrales específicos e interconectados a partir de los cuales se producirían cambios imparables, que pueden tener repercusiones irreversibles y catastróficas para el planeta y sus habitantes [2].

En el marco de la COP28, la Universidad de Exeter (Reino Unido) presentó un informe donde asegura que, “la humanidad se encuentra actualmente en una trayectoria desastrosa y con inflexiones climáticas; además, el desencadenamiento de un punto de inflexión podría desencadenar otro, provocando un efecto dominó de daños acelerados e incontrolables y de carácter irreversible” [3].

A partir de datos procedentes de registros paleoclimáticos, observaciones directas y complejos modelos informáticos, los investigadores de Exeter han logrado identificar y analizar los puntos de inflexión negativos hacia los que nos dirigimos de manera directa. Algunos de estos puntos de No Retorno atañen a los soportes básicos de nuestra vida en el planeta y su traspaso afectaría gravemente la estabilidad de nuestras sociedades y pondría en riesgo el futuro de la especie.

Los principales puntos de inflexión son: a) deshielo acelerado y progresivo del permafrost y los casquetes polares, b) aceleramiento de las extinciones de especies, c) agotamiento del agua subterránea, d) contaminación espacial, e) incremento sostenido de la temperatura interoceánica y, f) calor extremo. El estudio plantea que para superar estas inflexiones es necesario, eliminar progresivamente los combustibles fósiles y las emisiones derivadas del uso de la tierra, parar la deforestación e iniciar planes de reforestación, disminuir la Huella de Carbono (emisones de gas CO2) y cambiar los patrones de consumo.

La Doctora Zita Sebesvari, del Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de Naciones Unidas (UNU) afirma que, “a medida que extraemos indiscriminadamente nuestros recursos hídricos, dañamos la naturaleza y contaminamos tanto la Tierra como el espacio, nos acercamos peligrosamente al borde de múltiples puntos de inflexión del riesgo, que podrían destruir los propios sistemas de los que depende nuestra vida” [4].

Cambiar el modelo para salvar el planeta

Es necesario dejar claro que el Cambio Climático no es una causa que genera degradación ambiental, sino una consecuencia del modelo capitalista, por lo tanto, mitigarlo y detener la debacle medioambiental tiene implícito realizar cambios en el modelo económico; dentro de los cambios inmediatos está la transformación de los patrones de consumo, pasar consumir por moda o status a consumir por necesidad; también es necesario transformar el modelo de producción, pasar de un sistema de producción en masa a producción por gasto o consumo básico; desde luego, es urgente minimizar la expoliación de recursos naturales y agilizar la transición energética dando fin al uso de combustibles fósiles.

Es urgente e inaplazable superar los discursos demagógicos y los Tratados inocuos, donde los Estados supuestamente comprometen a disminuir su Huella de Carbono y a reversar los estragos causados al medioambiente, pero al mismo tiempo se niegan a cambiar su modelo producción y su dependencia de los combustibles fósiles.

Superar la crisis medioambiental y evitar la destrucción del planeta implica un cambio de las políticas económicas y una verdadera política ambiental que salvaguarde el medioambiente, un nuevo modelo que no se centre en la acumulación de capital, y donde la preservación ambiental se convierta en un eje estratégico en armonía con el sistema productivo.

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[1] El calentamiento está cerca de superar los 1,5 ºC. Monabay, 05-12-2023.

[2-3] Los puntos de inflexión climáticos. Monabay, 06-12-2023.

[4] Alerta sobre seis puntos de quiebre en la estabilidad del planeta. Mongabay, 25-10-2023.

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