LAS NOVELAS DE BARBOSA
Damaris Izaguirre
Es evidente que el Fiscal Barbosa encarna un régimen contrario a la solución política del conflicto y que se lucra de perpetuar la guerra; por esta razón Barbosa no pierde oportunidad para tratar de desestabilizar el Gobierno de Petro.
Ante la inminente terminación del periodo del Fiscal General Francisco Barbosa, éste se ha dedicado a hacer lo que le ordenan los jefes del viejo régimen, aprovechando la separación de Poderes para ‘mantener a raya’ cualquier proceso judicial que afecte a Uribe y sus aliados, y contragolpear a sus opositores con acciones que sin pruebas sólidas hagan tambalear el actual Gobierno progresista.
En los últimos meses, Barbosa ha enfilado su artillería en contra del Gobierno de Petro, tratando de hacerlo ver como una administración corrupta y asociada al interés mafioso; el primer disparo fue la novela de Laura Sarabia y Armando Benedetti, que tras días de ‘mojar prensa’ se desgastó; como no funcionó esta estratagema optó por atacar uno de los eslabones débiles del presidente, su hijo Nicolás, provocando que este ligara sus acciones ilícitas con la campaña electoral presidencial que eligió a su padre, pero el montaje se vino abajo cuando Nicolás reconoció sus faltas, pero aseguró que ni el jefe de campaña ni mucho menos su padre tenían conocimiento de sus negocios turbios.
Con ‘el partido dos a cero’, tomó el arriesgo de ‘perder por goleada’, Barbosa preparó el tercer montaje, un comunicado basado en conjeturas donde asegura que el ELN desde meses atrás está planeando un atentado en su contra; pero la mentira se cuenta sola y se cae por su peso, al ahondar en el asunto no se sabe ni cuándo ni de qué forma será el atentado, su información “contundente” no es otra que supuestos movimientos bancarios de altas sumas de dinero en supuestas cuentas asociadas a integrantes del ELN, ¿desde cuándo la guerrilla dejó de guardar la plata en caletas para depositarla en bancos?
Las mentiras de Barbosa lejos de desestabilizar el proceso de paz lo que deja es mal parada a la ya desprestigiada inteligencia militar, por ejemplo, en una ocasión anterior dieron coordenadas de supuestos campamentos, que al verificarla eran puntos en mar abierto. Ante las mentiras del régimen y el apoyo de los medios tradicionales, no queda más que fortalecer los medios alternativos y velar porque la verdad y la información fidedigna este por encima de los intereses maquiavélicos del viejo régimen y sus aliados.