LA CRISIS ECONÓMICA NO SOLO ES POR LA POLÍTICA FINANCIERA

LA CRISIS ECONÓMICA NO SOLO ES POR LA POLÍTICA FINANCIERA

Chavela Villamil

El capitalismo neoliberal ha desencadenado un incremento abismal de la brecha de desigualdad social, el 65 por ciento de la riqueza está monopolizada por el uno por ciento de la población mundial [1]; por lo que esta pirámide económica amenaza con hacer colapsar la economía global.

El acaparamiento de capital de manera desmedida en pocas manos conlleva dos problemas transcendentales: 1) ha exacerbado las consecuencias de la crisis por cambio climático y 2) ha llevado la desigualdad a topes históricos que además de desacelerar las economías tiene gran parte de la población sumida en la miseria, toda vez que carecen de poder adquisitivo y no son capaces de solventar sus gastos básicos.

Nuestra economía es financieramente viable

Financieramente Colombia es un país con potencial, sostenible y sustentable; sin embargo, las políticas económicas implantadas durante varias décadas han generado un sistema que no busca el incremento del poder adquisitivo per cápita, sino que enfatiza en la disminución tributaria de las grandes empresas bajo el sofisma de que esto genera nuevas plazas laborales, lo que en la práctica se contradice, ya que el empleo formal cada vez se reduce más y el bajo aumento del empleo obedece al incremento del empleo informal, que aunque produce masa monetaria, genera una economía volátil susceptible a la inflación y a la recesión económica por caída brutal de la demanda.

Uno de los principales problemas a corregir es el desempleo y ligado a ello la política para el fomento del desarrollo económico, la cual está fundada en la fracasada teoría neoliberal del Trickle Down Effect (TDE, por sus siglas en inglés), donde la productividad y el desarrollo se sustentan en la reducción de la tributación de las grandes empresas, para que “la riqueza de los ricos crezca y chorree hacia las capas medias y bajas de la sociedad”; lo cual no ocurrió, porque crecieron extremamente la desigualdad social y la concentración de la riqueza.    

El Gobierno justifica las exenciones de impuestos a los ricos porque estos supuestamente financian más inversión, más crecimiento y nuevos empleos, esto no es más que una falacia, toda vez que las condiciones que determinan la inversión son la rentabilidad esperada, el crecimiento de la demanda agregada las innovaciones tecnológicas y, en nuestro caso, un auge sostenido en el valor de nuestras exportaciones.

Karl Marx planteó que “la crisis es el resultado de la imposibilidad de vender” y según Keynes “la crisis económica no existe debido a la escasez de recursos, sino por la escasez de demanda, que provoca que no se consuma lo suficiente como para tener que producir una cantidad de bienes que de trabajo a todos”.

En términos concretos la reactivación económica se consigue aumentando el flujo de capital líquido y no disminuyendo la tributación de los mega empresarios, si el poder adquisitivo per cápita aumenta la demanda se incrementa, lo cual obliga al aumento de la capacidad de producción de las empresas y por ende esto demanda nuevas plazas laborales.

Cambios en el modelo económico

Los keynesianos y postkeynesianos consideran que los estímulos fiscales a través de más gasto público y el aumento de los déficits presupuestarios de los Gobiernos son la manera de poner fin a la larga depresión que inició en 2008 y evitar una nueva recesión; sin embargo, este incremento del gasto debe darse en términos de incrementar el Gasto Social a través de inversión infraestructural y tecnológica integral, a fin de hacer autosostenible y sustentable la producción nacional, a la vez que se disminuye el Gasto Corriente (burocracia, Guerra, pago de intereses de la Deuda Externa -DE-) [1].

El Gobierno está obligado a decretar un periodo de austeridad estatal que suprima gastos onerosos y disminuya el Gasto Corriente; además es inaplazable romper la lógica antifinanciera de priorizar y aumentar anualmente el pago de una DE, a la que solo se logra amortizar los intereses pero no se cubre la deuda de capital; por ende, lo financieramente aceptable sería renegociar este pago y de esta manera aliviar la carga de este sobre el Producto Interno bruto (PIB).

Resulta necesario e inaplazable un cambio de fondo en el modelo económico, que a la vez que disminuya los pasivos estatales, fortalezca y desarrolle integralmente la producción nacional y equilibre la balanza comercial, disminuyendo la importación de materias primas y productos con valor agregado.

Por otro lado, solo es posible salir de la crisis económica y financiera a través de una política de formalización del empleo y el incremento de las plazas laborales, permitiendo que se mejore el poder adquisitivo per cápita, lo cual incrementaría el flujo de capital circulante generando un crecimiento de la demanda.

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[1] El detonante de la nueva recesión mundial. Sin Permiso Info, 18-04-2023.

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