COLOMBIA NO PUEDE ASUMIR MÁS DEUDAS

COLOMBIA NO PUEDE ASUMIR MÁS DEUDAS

Chavela Villamil

La política económica implantada durante décadas ha incrementado la desigualdad social y ha hecho casi que insostenible el déficit fiscal. Ante la actual crisis económica es evidente que se necesitan medidas en torno a la austeridad estatal y la disminución del Gasto Corriente.

El Gobierno de Gustavo Petro recibió un déficit fiscal que asciende a 83 billones de Pesos –8,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)–, a esto se aúna la inflación más alta en este siglo que cerró el año anterior en 13,12 por ciento, además la Deuda Externa (DE) en el tercer trimestre del año anterior llegó a 177.105 millones de Dólares, lo que equivale al 51,4 por ciento del PIB.

Nos quedamos sin capacidad de endeudamiento

La regla fiscal es un instrumento legal e institucional del Estado, que busca garantizar la sostenibilidad de largo plazo de las finanzas públicas y contribuir a la estabilidad macroeconómica del país. Recientemente el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) presentó su análisis sobre el Plan Financiero expuesto por el Ministerio de Hacienda en diciembre del año pasado y alertó por el aumento de los intereses de la deuda estatal.

Según el Carf la deuda neta del Gobierno cerró el año anterior en un nivel superior al esperado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, además el Plan Financiero presenta un ritmo para su disminución que sería más lento de lo estimado; según el Informe en el 2022 la carga de interés creció en 24 billones de Pesos y se estima que este año llegue a 68,3 billones.

El Director del Carf afirma que, “la dinámica de la deuda dependerá críticamente del comportamiento de las tasas de interés de la deuda pública, hoy en niveles altos, y de la tasa de cambio. Una senda de deuda pública más alta limita la capacidad de reacción de la política fiscal ante choques inesperados” [1].

El Carf considera muy riesgoso continuar elevando las necesidades de financiamiento de la Nación, el déficit fiscal estimado sobrepasa el 7,3 por ciento del PIB, además las finanzas públicas están al límite, de cada 1.000 Pesos recaudados 500 se destinan al Gasto Corriente (burocracia, Guerra y pago de DE), de ellos 350 se predestinan exclusivamente al pago de intereses de la DE [2].

Modelos diametralmente opuestos

El problema de la economía colombiana no es financiero sino económico, es decir, los impuestos recaudados cubren medianamente la balanza de gastos, el problema radica en que lo recaudado se destina al Gasto Corriente y además se consume más de lo que se produce; esto hace inminente una rectificación del Gasto Corriente y la generación de una política de austeridad gubernamental, que lleva al recorte del gasto suntuario, que la nómina estatal se reduzca hasta su mínima expresión funcional, reducir la maquinaria de Guerra y renegociar la DE.

El sistema tributario colombiano se basa en lo que se denomina ‘captación por nicho masivo’, es decir, trata de captar dinero del mayor número de personas posibles que son mayoritariamente clase media y baja, por eso siempre son los más afectados con las Reformas Tributarias, mientras aplica la teoría neoliberal del Trickle Down Effect (TDE, por sus siglas en inglés), donde la productividad y el desarrollo supuestamente se sustentan en la reducción de la tributación de los mega empresarios para aumentar su riqueza a grado tal que gotee hacia el resto de la sociedad, tesis que ha sido ampliamente rebatida por los resultados desastrosos en cuanto que resultó incrementando brutalmente la desigualdad social.

La solución es económica y no financiera

El sistema económico predominante se caracteriza por socializar las deudas y privatizar las ganancias, porque el déficit fiscal se cubre a través de la tributación la cual recae sobre las capas más excluidas de la sociedad, en cambio la rentabilidad del mercado y los bienes comunes y estatales los monopolizan los mega empresarios nacionales y extranjeros.

Salir de esta crisis y prevenir las siguientes implica reformas estructurales al fisco y al sistema productivo, toda vez que este sistema no genera ni inclusión social ni mucho menos crecimiento ni productividad; por ende, la dinamización de la economía requiere de un cambio estructural en la política económica, un modelo económico que tenga como base el aumento del poder adquisitivo per cápita, el desarrollo integral, el fortalecimiento del sistema productivo nacional, la disminución de la brecha de desigualdad y pobreza, y un uso racional de nuestros bienes naturales que garantice el futuro de las generaciones venideras.

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[1] En Colombia el Comité de Regla Fiscal lanza alerta por deuda del Gobierno y la subida de los intereses. Forbes, 17-01-2023.

[2] Colombia: Comité de la Regla Fiscal ve finanzas críticas. Valora Analitik, 18-01-2023.

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