UCRANIA: PROVOCACIÓN ESTRATÉGICA A TRES BANDAS
David Cañas
La ruptura del orden mundial unipolar está conllevando transformaciones globales que aún no terminan de definirse. La hegemonía del imperialismo yanqui se diluye lentamente y los polos que emergen se convierten para él en amenazas en diferentes ámbitos.
Esta conmoción que nos envuelve irrumpe con fuerza en este siglo, en el que la arquitectura política y financiera internacional, creada después de la II Guerra Mundial, es destruida por medidas unilaterales y por la propia confrontación que conlleva la emergencia de nuevos centros de poder y el derrumbe de otros.
La Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania lanzada el 24 de febrero de este año, se ha transformado ya en un enfrentamiento de Rusia contra la Otan, liderada por los Estados Unidos (EEUU). Esta respuesta defensiva de Rusia ha desnudado las verdaderas razones del avance de la Alianza Atlántica hacia Eurasia.
La provocación estratégica del Gran Capital, conducido por los imperialistas en su afán hegemónico, se dirige no solo a frenar a Rusia, un rival histórico, necesario en el imaginario cultural imperial, sino a golpear en profundidad a China, su principal amenaza y llevarse por delante a la Unión Europea y esencialmente a Alemania.
Los pueblos de Europa pagan
En la batalla que trasciende los tiempos actuales, Europa aparece como víctima de su principal socio. El sometimiento que significa para las naciones europeas, tener su defensa en otros Comandos, es una consecuencia viva de la ocupación estadounidense desde la Segunda Guerra mundial.
Alemania es el país europeo con más bases y soldados yanquis en Europa. Su inmensa capacidad productiva y su fuerte economía, que jalona la europea, mostró en esta coyuntura una debilidad inmensa por su dependencia energética, su articulación total a las cadenas globales de suministro, donde cualquier anomalía se convierte en desastre y el mercado restringido de sus productos, necesitando expandirse para poder realizarlos. Siendo la primer economía de Europa, la cuarta del mundo y una de las tres principales exportadoras de productos terminados, su Talón de Aquiles, es el tamaño de su mercado que, por fuerza, está allende sus fronteras.
Esa necesidad de expansión los llevó a buscar alianzas en la década pasada con China y Rusia, concretando acuerdos económicos y energéticos que conllevaron a un acercamiento que los EEUU no iban a permitir.
Esta Guerra declarada en Ucrania, no les conviene a Alemania, ni a Italia, ni a Francia. Pero su condición de vagones del tren imperialista y su debilidad política, no les permite ponerse en contra e impedir la catástrofe en que se ha convertido la ruptura de los suministros gasíferos y petroleros, además de las materias primas y tecnológicas que vienen de Rusia e incluso de Ucrania.
Los EEUU al imponer las condiciones, despedaza a Europa, con medidas tanto legales como ilegales. Por ejemplo, el gasoducto conjunto de países europeos principalmente Alemania con Rusia, North Stream II, no pudo impedir con medidas coercitivas su construcción y luego sabotea su puesta en marcha, hasta que lo explotó físicamente en el fondo del mar sueco-danés. No importó que era esencial para el desenvolvimiento productivo y el bienestar de la población en este invierno que inicia.
El despertar de China
Pero a largo plazo, la principal consecuencia es la ruptura por varios años de los acuerdos de China con los países europeos que venían en pleno crecimiento, incluso con la posibilidad de que varios de ellos, incluido Italia se incorporaran al proyecto de la Ruta de la Seda. El mercado chino se aleja. Acuerdos financieros y productivos se rompen. Suiza y Bélgica tienen en sus bancos centrales reservas en Renmimbi, moneda china también llamada Yuan.
China, es el principal socio económico de más de 100 países. Y tiene un mercado interno en pleno crecimiento, que sobrepasa ya los 500 millones de consumidores.
Rusia cuenta con India y China, que le compran la materia prima no realizada en Europa y le permite salvar las acciones ilegales de los EEUU, mal llamadas sanciones. Posee el 25 por ciento del gas del mundo y es la octava en reservas de petróleo, con yacimientos en plena producción.
En esta provocación a tres bandas, los pueblos y naciones más perjudicados son los de Europa. Las rivalidades inter capitalistas, la guerra como reactivador de la economía de EEUU, los factores de dominación territorial y militar que perviven desde la Segunda Guerra Mundial y conllevan una presencia internacional débil de Europa, han traído consecuencias económicas y sociales que solo los pueblos europeos pueden confrontar y de manera urgente.