UNIVERSIDADES PRIVADAS EN ASAMBLEA PERMANENTE

UNIVERSIDADES PRIVADAS EN ASAMBLEA PERMANENTE

Claudia Julieta Parra

Durante décadas se ha construido en el imaginario colectivo que solo las universidades públicas hacen asambleas permanentes y entran en paro; esto se fragmentó esta semana cuando diversas universidades privadas entraron en paro, ¿está el mundo al revés en la educación superior?

Las condiciones socioeconómicas de nuestro país han estado mediadas por la desigualdad y la pobreza monetaria que supera el 39 por ciento, han llevado a que el acceso a educación superior sea muy limitado, según datos del Ministerio de Educación solo el 39,7 por ciento de los graduados de educación media ingresan a la universidad; el año anterior se matricularon a pregrado 2,4 millones de estudiantes, de los cuales el 45 por ciento se inscribió en instituciones privadas y de estos 33,7 por ciento pertenecen a los estratos 1,2,3.  

Recientemente las universidades privadas de Bogotá como la Javeriana, los Andes, entre otras, subieron el costo de sus matrículas en un promedio de 14 por ciento, esto ha desencadenado diferentes jornadas de protesta por parte de los estudiantes y varias Facultades se han declarado en asamblea permanente.

La universidades privadas aunque se definen como organizaciones sin ánimo de lucro -no generan utilidades sino excedentes que deben ser reinvertidos- financieramente se desarrollan como cualquier empresa y sus políticas obedecen al libre mercado, por esta razón anualmente incrementan sus costos de matrícula en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC) y unos puntos porcentuales adicionales, con una inflación tan alta como la actual (12,44 por ciento) el incremento mínimo sería superior al 13,5 por ciento; esto es lo que en últimas suscitó los altos incrementos a las matrículas de las universidades privadas.

El problema de fondo de este incremento es que la educación está ligada a la inflación lo que hace que se desborde su costo, pero más allá del incremento en sí mismo, está el hecho de que al vincular los costos educativos a los indicadores del comercio esta se convierte en una mercancía más, lo que hace que pierda su esencia que es la formación integral y no la generación de excedentes económicos. 

Solucionar la desigualdad en el acceso a educación superior de calidad va más allá de regular el monto del incremento porcentual de la matrícula, debe conllevar cambios profundos al modelo educativo que deben girar en torno a la gratuidad y democratización de la educación.

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