774 MILLONES DE NIÑOS EN PELIGRO POR LA POBREZA
Omaira Sáchica
El Cambio Climático es una realidad que va más allá de las afectaciones climáticas y ambientales, sus consecuencias son catastróficas y exacerban las condiciones de desigualdad y pobreza que sufren millones de personas, en especial los que forman parte de los cordones de miseria.
El planeta como ente viviente necesita mantener el equilibrio de su temperatura para lo cual recurre básicamente a tres mecanismos: a) variación de la cantidad de energía que llega a la Tierra procedente del Sol, b) los cambios que hacen que la atmósfera refleje más o menos calor hacia el espacio, y c) Gases de Efecto Invernadero (GEI) que regulan el calor que retiene la atmósfera; sin embargo, la sobreindustrialización capitalista y la expoliación desenfrenada de los bienes naturales han incrementado los GEI naturales y otros gases nocivos, lo que ha desencadenado el incremento desmedido del Calentamiento Global (CG).
La depredación de los bienes naturales causada por el productivismo capitalista ha generado una catástrofe humanitaria y ambiental, que incrementa y acelera el Cambio Climático (CC) y sus afecciones sobre el medioambiente y las condiciones socioeconómicas de la población, llevándonos a un punto de no retorno que coloca el planeta al borde del colapso.
El Cambio Climático no afecta a todos por igual
El CC es un problema real para todo el planeta pero no todo el mundo sufre sus consecuencias de la misma manera, las comunidades más desiguales y pobres sufren con mayor impacto los desastres climáticos, además sus capacidades de desarrollo disminuyen por la falta de acceso a los recursos, la contaminación y la deforestación.
Según el Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam, por sus siglas en inglés) un uno (1) por ciento más rico de la humanidad es responsable del doble de emisiones que el 50 por ciento más pobre; sin embargo, los 3.500 millones de personas más pobres son también los más afectados por la emergencia climática: desplazamiento de poblaciones, aumento del hambre, pérdida de los medios de subsistencia, entre otros [1].
El más reciente informe de la organización Save the Children y la Universidad Libre de Bruselas afirma que el 76 por ciento de la riqueza mundial reposa en las manos del 10 por ciento de la población, en contraste 774 millones de niños y niñas viven en situación de pobreza y han sufrido el impacto del CC en el entorno que los rodea [2].
La mayoría de los niños y las niñas que enfrentan la doble amenaza de la pobreza y un elevado riesgo climático viven en países de menores ingresos, y más de las tres cuartas partes viven en el sur de Asia y en África subsahariana, cerca de 121 millones de niños y niñas viven en países de mayores ingresos, entre ellos, 28 millones de niños y niñas en los países más ricos del mundo; a nivel global 183 millones de niños y niñas enfrentan la Triple Amenaza (riesgo climático, la pobreza y los conflictos).
Las repercusiones de los diversos riesgos superpuestos se ven claramente ilustradas en la crisis actual a nivel mundial que afecta el Costo de Vida, la nutrición y la provisión de alimentos y que está provocando que 345 millones de personas de 82 países enfrenten una falta grave de alimentos; solo en el Cuerno de África, esto provoca una muerte cada 48 segundos, incluso en los países más ricos muchas familias tienen dificultades para llevar comida a la mesa.
Hambres y desastres en América Latina
En América Latina y el Caribe el 80 por ciento de los niños se ven afectados por al menos un fenómeno climático extremo al año, y 39 millones de ellos se ven afectados por la triple amenaza; según el informe en Colombia más de 362.000 niños sufrieron consecuencias por los desastres ocurridos entre 2017 y 2019.
El informe es categórico al afirmar que, “la emergencia del CC y los problemas de la desigualdad están fuertemente interconectados y no podemos abordarlos de manera aislada, en todos los países las desigualdades agravan la situación de emergencia, y sus impactos se ven con mayor fuerza en los niños y las niñas” [3].
Combatir el Cambio Climático y la pobreza
El CC es un problema global y por ende debemos afrontarlo desde todos los ángulos posibles, desde luego es obvio que no se puede frenar el CC sin diezmar el hambre y la desigualdad, ya que son una simbiosis negativa que no es una causa, sino la consecuencia de un modelo económico monopólico que destruye el planeta al tiempo que beneficia a unos pocos.
Es inaplazable un cambio de las políticas económicas y una verdadera política ambiental que salvaguarde el medioambiente, un nuevo modelo que no se centre en la acumulación de capital, y donde la preservación ambiental se convierta en un eje estratégico en armonía con el sistema productivo.
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[1] Cambio Climático, ¿cómo combatirlo en tu día a día? Oxfam, 14-10-2022.
[2-3] Generación Esperanza: 2,4 mil millones de razones para poner fin a la crisis mundial del clima y la desigualdad. Save the Children, 01-11-2022.