“LA VERDAD OFICIAL”
Damaris Izaguirre
Décadas de un cruento Conflicto Armado Interno y de políticas belicistas alejadas de la Solución Política de los conflictos, han recrudecido la Guerra a lo largo del tiempo y han dejado víctimas de lado y lado, que tienen en común sus exigencias de justicia, verdad, reparación integral y no repetición.
Las víctimas no buscan ‘verdades a medias’ o convenientes para una de las partes del conflicto, ellas buscan saber la ‘verdad total’ por cruenta que sea, y que la justicia no se quede en los ejecutores que al final son peones de un régimen despiadado, sino que se extienda a los determinadores de los Crímenes de Lesa Humanidad y Crímenes de Guerra, donde sus principales perpetradores sistemáticos son las Fuerzas Armadas y en muchas ocasiones en colusión con los paramilitares.
La Comisión de Esclarecimiento de la Verdad (CEV) creada tras los Acuerdos de Paz de noviembre 2016 tuvo como misión, “el esclarecimiento de los patrones y causas explicativas del Conflicto Armado Interno, que satisfaga el derecho de las víctimas y de la sociedad a la verdad”.
Diferentes organizaciones de Derechos Humanos y de Víctimas coinciden en que el Informe Final de la CEV reportó una ‘verdad a medias’, donde las víctimas no se sienten del todo identificadas con tal verdad, ya que se queda corta en términos de develar los verdaderos determinadores de los Crímenes de Estado y la colusión entre el Estado y los paramilitares; desde otro ángulo, personajes de la ultraderecha como la Senadora Cabal consideran que “la Comisión de la Verdad teje mentiras para encubrir Crímenes de Lesa Humanidad y bajar la moral de nuestra Fuerza Pública”, en otras palabras, el régimen necesita una falacia que tape sus manos manchadas de sangre y perpetúe la impunidad, y eso es lo que con desfachatez denominan “Verdad Oficial”.
La verdad se construye desde las víctimas y teniendo claro que no existen víctimas de primer y segundo orden, todas son iguales y merecen el mismo tratamiento sin importar el perpetrador, pero dejando en claro que si se trata de Crímenes de Estado el grado de ilegalidad es doble, porque los agentes estatales no solo cometieron un crimen, sino que además violaron el orden constitucional que les obliga a servir y proteger a los ciudadanos, y a mantener la paz.