PIB MÁS ALTO, PERO MÁS POBRES
Claudia Julieta Parra
Como no hay resultados favorables que mostrar y necesitan desesperadamente ostentar logros inexistentes, la falacia y la demagogia son un recurso eficaz, es lo que hacen Duque y sus aliados en las grandes empresas de desinformación, al ‘sacar pecho’ con un Producto Interno Bruto (PIB) “alto”.
Reportó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) que el PIB del segundo trimestre de este año fue de 12,6 por ciento; rápidamente las empresas de la desinformación catalogaron esta cifra como el gran logro del Gobierno saliente, pero le ocultan al país la primera verdad, que esta cifra en sí misma no representa beneficios para el erario.
La segunda verdad es que el modelo económico está fundado en la acumulación de capital en un grupo plutocrático reducido; sin embargo, el crecimiento de la economía la miden por la oscilación estadística del PIB, que no es más que una cifra macroeconómica que apenas mide el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final, en otras palabras, vender no es sinónimo de crecimiento económico.
La tercera verdad es que la economía debe estar en función de satisfacer necesidades básicas de la población y tener un enfoque redistributivo, por tanto el PIB debería ser inversamente proporcional al Déficit Social, a mayor PIB debería ser menor el desempleo y la pobreza (multidimensional, monetaria y extrema); sin embargo, en Colombia esta relación es directamente proporcional, a mayor PIB mayor Déficit Social, esto se debe a que las políticas económicas han estado diseñadas para la concentración de los ingresos en una élite, por tanto, un PIB boyante se ve reflejado en los estados financieros de las mega empresas y la plutocracia, pero no en el incremento del poder adquisitivo per cápita.
El falaz repunte del PIB no es otra cosa que un aumento en las ventas de sectores que son fluctuantes, aumento volátil sin capacidad de sostenerse en el tiempo, ni de impactar positivamente el poder adquisitivo per cápita y por ende no contribuye a la dinamización de la economía.
Los desinformadores niegan la cuarta verdad al medir el crecimiento económico en base al aumento de la cifra del PIB, que no recoge los costos imprevistos ni las actividades económicas del mercado informal, además no mide la distribución de la riqueza ni la justicia social ni la ambiental.