EN DEFENSA DE VIOLETA
Mateo Gutiérrez León [*]
A 10 integrantes de la comunidad universitaria los acusaron sin pruebas del ataque ocurrido el 17 de junio de 2017 en un Centro Comercial en Bogotá, Violeta graduada en Derecho para evitar la persecución se refugió desde ese año en la guerrilla rural del ELN.
“Parece ser que lo criminal no es lanzar bombas contra niños sino protestar contra esas bombas, lo criminal no es condenar a millones de personas al hambre, lo criminal es combatirlo; lo criminal no son el terror y la tortura del Estado, sino defenderse de eso”: Ulrike Mainhoff.
El día 4 de junio recibí la noticia de que Violeta Arango había sido capturada en medio de un operativo del Ejército en la región del Sur de Bolívar, como era de esperarse los medios de comunicación y los aparatos de seguridad del Estado, y a la cabeza de estos la cúpula del Gobierno de Duque se jactaban del “golpe” perpetrado, y empezaron con el circo mediático patético y bajo que ya han utilizado antes en su contra.
Ante la condena anticipada que pregonan los medios y el aparato estatal, ante la persecución que ha vivido durante más de cinco años ella y su familia, y quienes también hemos sufrido la represión y la violencia del Estado salimos en su defensa.
Defiendo la inocencia y la libertad de Violeta desde dos aspectos: el primero es que ha sido perseguida y acusada de un delito que no cometió (el brutal atentado al Centro Comercial Andino -CCA-), a pocos días de dicho ataque la Fiscalía utilizando sus agentes policiales y paraestatales le persiguieron brutalmente a ella y a su familia, ya no solo con la intención de capturarle sino de asesinarle dicho de boca de oficiales de policía directamente a sus familiares.
De igual manera personas identificadas como paramilitares intentaron secuestrar a miembros de su familia, y prepararon un nuevo montaje en contra de personas cercanas acusándoles de estar “planeando delitos” con quienes estábamos presos en ese momento.
Hoy en día los mismos medios que le llaman culpable fueron voceros oficiales de la persecución y le juzgan por no haberse entregado, ¿qué querían?, ¿que se entregara a una Fiscalía corrupta que inmediatamente la iba a enviar a la cárcel por años, sin ningún tipo de garantía para pelear su inocencia?, ¿o que se entregara a los sicarios de la policía que la buscaban para matarle?; todo ese contexto hacía imposible que Violeta pudiera hacer uso del derecho legal a su defensa, y en una carta que ella misma suscribe denuncia la persecución su contra, persecución que le condena al destierro y no poder volver a su hogar, tanto a ella como a su familia quienes tuvieron que salir del país en un momento y luego cambiar de residencia porque la policía no les dejaba de acosar.
Estoy seguro de que en el proceso judicial al igual que con los otros acusados la Fiscalía no pondrá una sola prueba de la participación de Violeta en el atentado al CCA, sencillamente porque no estuvo ahí, esa verdad judicial será probada como en tantos otros casos donde el Estado ha realizado sucios montajes en contra de luchadores populares; sin embargo, reivindico también la libertad e inocencia de Violeta en un aspecto político.
Hoy el establecimiento que le persigue también le juzga; aquellos que le violaron todos sus derechos y los de millones de colombianos y colombianas durante décadas, aquellos que han condenado a miles a la violencia generando un profundo conflicto sin fin se muestran como víctimas; el mismo Estado que asesina a jóvenes por protestar, que bombardea niños campesinos, el Gobierno del hambre y de los 30 millones de pobres se cree en la potestad de llamar terrorista a quien se defiende del Terrorismo de Estado.
A los medios de comunicación les parece más importante exhibir a Violeta como un ‘trofeo de Guerra’ mientras hace oídos sordos a las denuncias de tortura presentadas por su abogado defensor; una vez más se repite la historia de Colombia: hay unos Nadie contra los que ‘todo vale’, y en el momento en que estos no lo aceptan son también culpables por su rebeldía.
Reivindico dicha rebeldía como justa, rebeldía que comparten todos los Presos Políticos de Colombia, así como reivindico que un día salgan todos esos presos de la cárcel a una sociedad diferente, donde el Poder no obligue a los jóvenes a la subversión y luego se jacte de sus capturas; sé que Violeta y su familia, a quienes conozco de hace mucho tiempo y de quienes puedo asegurar que poseen una resistencia y dignidad feroz van a salir de esta situación con la frente en alto.
_____
[*] Publicado en Rebelión.org, 8-06-2022.