LA CULPA NO ES DEL CLIMA

LA CULPA NO ES DEL CLIMA

Omaira Sáchica

Desde febrero la temporada de lluvias castiga al país con desastres que golpean a los más empobrecidos y a las regiones más abandonadas, tragedia que las empresas de comunicación atribuyen al clima para esconder la corrupción estatal que no le importa la suerte de los colombianos.

La sobreindustrialización y la depredación del medioambiente genera el Cambio Climático que incrementa lluvias y sequías que este año han sido más intensas en Colombia, el Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo informó que esta Ola Invernal ha afectado 315 municipios en 24 departamentos, ha causado 728 emergencias invernales, afectado a 55 mil personas de unas 15 mil familias y 79 personas han perdido la vida.

El abandono estatal que sufren muchas regiones del país las sume en la pobreza extrema y obliga a miles de familias a habitar sitios de riesgo, que se convierten en verdaderas trampas mortales cada vez que aumentan las lluvias, por esto cada Ola Invernal produce numerosas tragedias como la destrucción de la isla de Providencia, inundaciones y deslizamientos de tierra como el que sepultó numerosas viviendas del barrio La Esneda en Pereira, que cobró la vida de 16 personas.

Estas tragedias recién ocurren reciben cubrimiento mediático y ‘golpes de pecho’ del Estado, pero días después quedan sepultadas porque caen en el olvido los damnificados, las prometidas obras de reconstrucción corren la suerte de todos los contratos estatales, que son robados por las mafias de corruptos que hegemonizan el régimen, además la élite gobernante nunca desarrolla planes de prevención que eviten nuevos desastres.

Las tragedias provocadas por el desbordamientos de ríos y quebradas, y por los deslizamientos de tierra en sectores que no deberían estar poblados se ven exacerbados por la corrupción del Estado, que no cesa de producir desigualdad social, el desplazamiento de millones de colombianos, la depredación del país y el abandono a grandes regiones de la patria, y lo que es peor, al no estar al servicio de la gran mayoría, no le importa consolidar un Sistema General de Prevención de Riesgos y Desastres.

El régimen mafioso que solo sirve a una minoría y que sofoca violentamente los reclamos de la población, debe ser erradicado por la presión y lucha de las mayorías nacionales, para en su lugar instaurar un Gobierno que sirva a los intereses de la nación y de la mayor parte de la población.

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