LOS BENEFICIADOS CON LA ELIMINACIÓN DE LOS ARANCELES

Chavela Villamil

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 10,6 por ciento no es suficiente para sopesar los impactos negativos que producen el desempleo y la inflación sobre el costo de vida, impactos que serán exacerbados por el creciente conflicto entre Rusia y Ucrania.

El sistema económico imperante se centra en la acumulación de capital en un grupo minoritario, a expensas de la depredación ambiental y el incremento de la brecha de desigualdad,  lo cual ha gestado recesión económica global exacerbada por la pandemia del Covid-19, ‘la crisis de contenedores’, entre otros fenómenos globales que ocasionaron un exceso de demanda no resuelta que desencadenó una crisis inflacionaria que supera los márgenes históricos, que lejos de disiparse se vislumbra su incremento y extensión.

La devaluación del Peso, la onerosa Deuda Externa (DE) y el alto déficit de la balanza comercial han incrementado abismalmente la inflación, razón por la cual los productos básicos han subido de manera exorbitante con repercusión directa en el costo de vida; en febrero de este año el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 1,96 por ciento, lo que deja la inflación anual en 8,01 por ciento y el costo de vida se incrementó en 23,4 por ciento [1].

Eliminando aranceles nunca controlarán la inflación

Como medida de contención de la inflación el Ministerio de Comercio expidió el Decreto 307 de 2022, a través del cual implementó aranceles del cero (0) por ciento para 165 bienes importados; dentro de los productos cobijados con la medida están: alimentos, bebidas, harinas, cereales, semillas para productos agrícolas, aceites esenciales, diferentes tipos de papel, extracto de malta, hidrolizados de proteínas, autolizados de levadura, mejoradores de panificación, complementos alimenticios, granos trabajados de avena, papel higiénico, entre otros [2].

Eliminar los aranceles para materias primas e insumos agrícolas y agroindustriales es una medida que incrementaría la oferta pero no la demanda, como la inflación actual no obedece a una caída de la demanda sino al déficit de la Balanza Comercial, sustraer aranceles será una medida sin efectos prácticos sobre el costo de vida.

Por otro lado, la eliminación arancelaria da pie a que el mercado se inunde de productos importados de menor valor, lo que incrementaría aún más las pérdidas de la industria nacional, además, disminuir el valor de importación de los insumos y materias primas no bajaría el precio de los productos terminados, solo reduciría los costos de producción lo cual beneficia exclusivamente a los empresarios que incrementarían el margen de utilidades, el precio de un producto está incidido por la demanda y no por los costos de producción.

Desgracia: importamos lo que podemos producir

La inflación se debe en primer lugar, al gran volumen de importación de materias primas, productos básicos y suntuarios que traslada los efectos inflacionarios globales a nuestra economía, en segundo lugar, la devaluación del Peso ya que los productos importados tienen un valor superior, y con el mismo dinero se compra menos productos que en épocas anteriores.

La Apertura Económica (AE) de la década del noventa no involucró ni al campo ni a la industria nacional, haciendo que la industria local fuera incompetitiva y se ocasionara un cambio en el mapa productivo del país y en la oferta de materias primas; en este contexto nos ‘arrojamos en brazos’ de una serie de Tratados de Libre Comercio (TLC) en total desigualdad, esto conllevó a la extinción de cultivos como trigo, cebada, avena, ajonjolí, girasol, maní, entre otros.

Los estragos de la AE y los TLC obligaron a que el país empezara a importar productos perecederos que antes eran abastecidos únicamente con cosechas nacionales, el año anterior el país importó el 43 por ciento de los alimentos que consumen los hogares colombianos, solo por citar algunos casos está el maíz del cual importamos el 40 por ciento, lo mismo pasa con el 65 por ciento del trigo, el 48 por ciento de la soya, el 38 por ciento de los cereales, entre otros [3].

Organizar la economía de otra forma

Todo impacto macroeconómico afecta las economías nacionales, sin embargo, estos impactos se minimizan cuando se ha fortalecido la industria local y la producción nacional es sólida; para alcanzar una economía sólida el país debe disminuir considerablemente su dependencia de la economía exógena, y renegociar los TLC.

Subsanar la crisis socioeconómica actual, dinamizar la economía y enfrentar el colapso de la economía requiere de cambios estructurales del modelo económico e implica Reformas Estructurales al fisco y al sistema productivo; se requiere un modelo que fomente el desarrollo integral de la producción nacional y aumente el poder adquisitivo per cápita de la población.