LOS MUERTOS VOTANTES DE COLOMBIA

Álvaro Solano

Durante décadas el fraude electoral ha sido una constante a través de la cual preservan el statu quo, parece que las elecciones del 2022 no serán la excepción, las denuncias respecto a las triquiñuelas de la Registraduría para favorecer candidatos leales al régimen son crecientes e inocultables.

Desde principios del año pasado se vienen realizando denuncias que exponen contratos amañados en la Registraduría, falsificación de datos y otras acciones con el propósito de hacer un gran fraude electoral, que les permita a los adeptos al Gobierno ganar las elecciones del 2022.

Por arte de magia crece la población votante

El pasado 22 de octubre del 2021 Alexander Vega Registrador del Estado Civil colombiano, puso en tela de juicio las cifras del último censo poblacional realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), cuando afirmó que “puedo decir como Registrador Nacional, las bases de datos del Dane no son confiables frente al registro civil que tiene Colombia y tiene la Registraduría, en el país no somos 50 millones de personas sino 55 millones” [1]; desde luego este sorpresivo y benéfico desfase le permite al Gobierno agrandar el censo electoral y disponer de votos de acuerdo a su conveniencia.

Las declaraciones de Vega fueron automáticamente refutadas por Juan Daniel Oviedo Director del DANE, quien reiteró que a junio del 2021 Colombia cuenta con 51.049.498 habitantes y afirmó, “esos 55 millones que el registrador señala no sabemos de dónde salieron, nunca se ha puesto la cifra en la mesa técnica de articulación que se reúne trimestralmente y nos generan sorpresa sus declaraciones, es clave recordar que como él es la autoridad electoral, la autoridad estadística es el Dane” [2].

Días después del debate entre la Registraduría y el Dane las dos instituciones acordaron crear una mesa técnica para la depuración del Censo Demográfico, el Registro Civil y el Censo Electoral, ¿depuraran los datos demográficos o legalizaran las bases de un fraude electoral?

Hackearon el Dane para acomodar las cifras

El Subdirector del Dane denunció que el pasado 9 de noviembre la página web de esta institución fue objeto de un ataque informático, consistente en la caída y eliminación de sus servidores y sus máquinas virtuales; según el Dane este hackeo borro sistemas de procesamiento estadístico, bases de datos y backup (copias de seguridad), donde reposaba información de carácter reservado, sensible y confidencial [3].

Según el Subdirector los hackers enviaron una notificación desde el servidor afirmando que tenían un total de 130 Terabytes de datos de la entidad, y exigían un pago de 25.000 Dólares (más de 96 millones de Pesos) para devolver la información; resulta paradójico que aunque nunca se realizó dicho pago u operación alguna de rescate días después la información regresó.

Descubren cédulas de muertos y falsas con que votaban

Para tratar de desvirtuar las denuncias en el marco de la Comisión de Seguimiento Electoral el Registrador Nacional Alexander Vega, confirmó que en las elecciones del 2022 bajará el censo electoral debido a una depuración que adelanta la entidad, se han encontrado 700 mil cédulas que no se renovaron desde el año 2000, 290 mil pertenecientes a personas fallecidas, un número significativo de documentos falsos y 42.000 cedulas de migrantes; también están revisando 296.155 registros civiles de nacimiento extemporáneos y 744.712 cédulas que no han sido renovadas y están dentro del censo electoral [4].

El Uribismo, las mafias y clase política en el poder están muy preocupados por su baja popularidad, mientras emergen dirigentes y coaliciones progresistas, alternativas, que quieren cambiar los destinos del país, además que su estrategia de ofrecer miedo para vender seguridad ya no está funcionando como antes.

El pueblo debe estar alerta porque como lo dijo el Comandante en Jefe Camilo Torres Restrepo, “el aparato electoral está en manos de la oligarquía y por eso el que escruta elige, el que cuenta los votos determina la victoria; las elecciones se hacen más en las oficinas oligárquicas que en las mesas de votación” [5].