BAJO CAUCA BAJO FUEGO

Carmen Tarazona

Durante décadas la tríada Estado, narcoparamilitares y multinacionales ha impuesto la violencia en las regiones ricas en bienes naturales, para desterrar y despojar a las comunidades de sus territorios que les permita saquearlas.

El Bajo Cauca es una vasta región con exuberantes riquezas naturales, principalmente de tipo mineral siendo el níquel y el oro los de mayor presencia; esto sea convertido en una especie de maldición para sus pobladores que durante décadas han sufrido el terror oligárquico, para que las empresas extranjeras que poseen Títulos Mineros en la zona, bajo la protección del Estado expolien los bienes naturales.

Las ZII solo benefician a las multinacionales

El régimen actualmente implementa el Plan de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet) mediante el Plan de Zonas Intervención Integral (ZII), bajo el sofisma de estabilizar la región con el enfoque de “paz con legalidad” [1]; sin embargo, desde 2018 la violencia ejercida por lo grupos paramilitares se ha incrementado considerablemente, y tiene como fondo que las corporaciones dueñas de Títulos Mineros quieren apoderarse del territorio, mientras las comunidades exigen sus derechos y luchan para permanecer en la región.

En el congreso anual de la Asociación Colombiana de Minería (ACM) de 2019, participaron las empresas que controlan los Títulos y la explotación minera en el país, allí el Presidente Duque se comprometió a crear una unidad especial para combatir la extracción ilegal de minerales, y ajustar la normativa de las consultas previas para evitar que las comunidades se opongan a los mega proyectos [2].

En el Bajo Cauca hay 141 Títulos Mineros vigentes, el 25 por ciento de la superficie que equivalen a 47.126 Hectáreas (Ha) están concedidas a Mineros S.A., 36.000 Ha están sobre el Río Nechí englobadas en 29 Títulos, y 22.402 Ha en el sector de Coco Hondo engloban en 11 Títulos que están reportados como Propiedad Privada Colonial (RPP) –Títulos a perpetuidad donde se otorga propiedad del suelo y el subsuelo y prácticamente son exonerados de impuestos–, de estos Títulos Mineros S.A. obtiene el 85 por ciento del oro que exporta y las regalías que paga son un ínfimo 0,4 por ciento; según el experto Álvaro Pardose estima que cerca del 70,6 por ciento de 51 reconocimientos de RPP que existen en el país son propiedad de Mineros S.A. [3].

En traslape en un área de 103.074 Ha para la explotación de carbón, níquel, oro y sus derivados, 8 grandes empresas mineras poseen 47 Títulos: Cerro Matoso, Grupo Penca, Juan Manuel Ruiseco V y Cía. S.C.A., Sebastián Velásquez y Castaño, Consorcio Cerro Matoso-Juan Caro Nieto, Consorcio Las Palmeras-Cerro Matoso-Comercializadora de Energía del Caribe S.A.E.S.P., Sator S.A.S., Cámara Minera de Colombia-Camicol-Minatura Colombia S.A.S. y Minerales Córdoba [4].

En el 2014 en el Sur de Córdoba había 114 Títulos Mineros en 164.818 Has, de estos Títulos 4 corresponden a níquel (19.725 Has), 19 a yacimientos auríferos (24.488 Has), 48 a materiales de construcción (5.330 Has), 25 a carbón (107.784 Has) y 18 a caliza (7.492 Has).

Luchas de los mineros artesanales

Según la Asociación de Mineros del Bajo Cauca existen 1.200 unidades de explotación minera de carácter informal, de las que dependen unas 45 mil personas, pero sostienen que la política de formalización de minas y tierras para ellos no funciona.

En 2015 la Gobernación de Antioquia asumió el compromiso de formalizar 800 unidades, este proceso lo iniciaron con 150 unidades pero ninguna logró legalizar su actividad; en repetidas ocasiones cuando se aproximan a la formalización, han sido víctimas de operativos del Ejército que les quema entables mineros y la maquinaria.

En Ayapel hay 11 Títulos mineros en 50.542 Ha, de ellas 35.742 están destinadas a carbón, 6.202,9 Ha a níquel y 8.597,02 Ha a oro; los mineros de Ayapel agrupados en la Asociación de Mineros de Ayapel (Asomia) han solicitado una Reserva Especial Minera y la formalización de 89 unidades productivas sin resultado positivo [5].

Estado colombiano en una actitud vasalla entrega los bienes naturales a las multinacionales, además les brinda protección a través de las FFAA en colusión con los paramilitares; en cambio persigue por la vía legal y violenta a las organizaciones comunales y sociales del Bajo Cauca.