K EL DERRETIDOR

Omaira Sáchica

El capitalismo (K) genera sobre industrialización, depredación desmedida de los bienes naturales y miserabiliza a la mayoría de la humanidad, lo que produce agudas crisis humanitarias y ambientales que exigen cambios inmediatos y estructurales para evitar el inminente colapso del planeta y sus especies.

El Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (Ipcc, por sus siglas en inglés) publicado el pasado lunes 9, alerta que «la acción humana ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra, produciendo cambios rápidos y generalizados en la atmósfera, el océano, la criósfera y la biosfera; ya está impactando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo, como olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales” [1].

Del calentamiento al derretimiento global

Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) están presentes en la atmósfera y no son un problema dado que son imprescindibles para mantener la temperatura del planeta; sin embargo, la sobre industrialización y el consumo voraz de los bienes naturales, ha incrementado los GEI [2] naturales y otros gases nocivos, y el aumento de estos en la atmósfera es lo que produce el Calentamiento Global (CG).

El CG es la principal causa del Cambio Climático (CC), lo origina la degradación del planeta sufrida durante siglos de depredación ambiental, las emisiones masivas de gases nocivos especialmente por la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón) y los cambios en el uso del suelo, tales como la deforestación, se han degradado a tal punto que el CG tiene en riesgo la continuidad de la existencia del Planeta y sus especies.

Según el Sexto Informe del Ipcc el daño ambiental ocasionado al planeta es tan grave que va mucho más allá del aumento de la temperatura, estas son las principales afecciones:

1.- Intensificación del ciclo hidrológico, lo que representa el incremento de las inundaciones y las sequías.

2.- Desequilibrio de los patrones de precipitación, lo que aumenta las precipitaciones monzónicas, ciclones, tormentas tropicales y huracanes, en aparición y fuerza destructiva.

3.- Calentamiento de la temperatura atmosférica, esto amplifica el deshielo del Permafrost, así como la pérdida de la capa de nieve estacional, el derretimiento de los glaciares y los mantos de hielo, y la pérdida del hielo marino del Ártico en verano.

4.- Desoxigenación marina y atmosférica, lo que incrementa el Efecto Invernadero.

Según este Informe este año el aumento promedio de la temperatura con respecto al inicio de la Era Preindustrial (1875) es de 1,2°C, al ritmo actual de emisiones de GEI en 2025 la temperatura atmosférica superará los 1,5 °C y en el 2050 superará los 2 °C; el punto de inflexión fue en el año 2000.

Cambios cosméticos no sirven

Los cambios climáticos actuales han generado un retroceso climático del planeta, según los expertos los niveles de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera son los más altos de los últimos 800.000 años, alcanzando 419 partes por millón (ppm) en mayo de 2021, iguales a las presentadas durante la Era Cretácica (desde hace 144 millones de años hasta hace aproximadamente 65 millones de años), cuando inició la desaparición de especies como los dinosaurios.

Según la revista BioScience “existe una creciente evidencia de que nos estamos acercando o ya hemos cruzado puntos de inflexión asociados con partes críticas del sistema terrestre, incluidas las capas de hielo de la Antártida Occidental y Groenlandia, los arrecifes de coral de aguas cálidas y la selva amazónica” [3].

Thomas Newsome investigador de la Universidad de Sídney afirma que, “la pandemia del covid-19 ha demostrado que las caídas en la actividad humana no son suficientes para evitar un desastre climático, necesitamos una transformación estructural de la economía» [4].

El cambio climático es el mal de nuestro tiempo y sus consecuencias son devastadoras, es imposible detener la debacle medioambiental mientras no transformemos el modelo económico depredador y su uso excesivo de la energía fósil, y estos cambios solo son posibles si hacemos una transformación estructural del modelo económico imperante.