VACUNAS: VALE MÁS OBTENER GANANCIAS QUE LA VIDA

Chavela Villamil

El sistema económico imperante tiene por objeto la acumulación de capital y pone la obtención de ganancias como fin prevalente, esto ha desencadenado una crisis de civilización donde las personas dejaron de ser sujetos sociales para convertirse en objetos comerciales, es decir, la mercantilización de la vida.

La pandemia del Covid-19 exacerbó la recesión económica que venía gestándose décadas atrás lo que conllevo a una crisis socioeconómica sin precedentes, que dejó al descubierto la ruina del sistema de salud y aumentó aún más la brecha de desigualdad social. 

Desde la aparición del Covid-19 y su posterior calificación como enfermedad prevalente de tipo pandémica hasta la fecha, a nivel global se han contagiado a 200,9 millones, han muerto 4,2 millones, se han aplicado 4.200 millones de dosis de la vacuna, y se han inmunizado 1.180 millones [1].

Covid-19: para unos es crisis, para otros es negocio jugoso

La recombinación por contacto ha generado nuevas variantes y linajes del virus Sars-CoV-2 incrementando cada vez más su velocidad de propagación, lo que genera un aumento de la demanda de las vacunas existentes, que es un reto de salud pública que debe ser resuelto sin ningún ánimo de lucro, que es convertido por las corporaciones farmacéuticas en una oportunidad de acumular más ganancias.

En los últimos contratos de suministro de vacunas para el Covid-19 en la Unión Europea, el costo se incrementó, el biológico de Pfizer-BioNTech aumentó su valor 26,2 por ciento y el de Moderna aumentó 11,8 por ciento [2].

People’s Vaccine Alliance recientemente publicó el Informe titulado ‘el gran robo de las vacunas’, donde afirman que Pfizer-BioNTech y Moderna están cobrando a los Gobiernos hasta 41 mil millones más por encima del costo de producción; Colombia ha estado pagando el doble que EEUU por las vacunas Moderna y un sobrecargo de 375 millones por las de Pfizer-BioNTech; cabe recordar que para la fabricación de estos biológicos se destinaron miles de millones de dólares de fondos públicos, sin embargo, el mecanismo Covax ha estado pagando un promedio de 500 por ciento respecto al valor de producción [3].

El modelo económico prioriza los negocios sobre la vida

Ante el avance de la pandemia se ha extendido mundialmente la solicitud de liberar las patentes de las vacunas, clamor que ha sido respaldado por más de 140 países, sin embargo, diferentes corporaciones farmacéuticas y Estados como Alemania se oponen rotundamente, Ángela Merkel afirmó, «lo que limita la producción de vacunas es la capacidad de producción y los elevados estándares de calidad, no las patentes; la protección de la propiedad intelectual es una fuente de innovación y debe seguir así en el futuro” [4].

La teoría de Libre Mercado tasa el valor de un producto en base a la oferta y la demanda, si la demanda supera la oferta el precio se incrementa, si la oferta supera la demanda el precio decrece, en otras palabras, si en el mercado se requiere un producto tras acabar las existencias, los nuevos contratos incrementaran su precio, a este impacto se le denomina Bonanza de Mercado, este principio lo están aplicando Moderna y Pfizer-BioNTech y por eso incrementan el precio de sus vacunas.

El incremento del precio de las vacunas y la negativa de las corporaciones y las potencias para hacer de la vacuna del Covid-19 un biológico libre, no se puede entender exclusivamente como un acto de mezquindad que privilegia los negocios sobre la vida humana, este comportamiento es consecuencia del neoliberalismo.

Si bien es un acierto exigir la liberación de las patentes de esta vacuna y otros fármacos estratégicos para mantener la salud pública, se necesitan medidas de fondo que realicen cambios estructurales del modelo económico y potenciar el Estado Social de Derecho hacia un capitalismo de Estado transitorio, que le reste poder a las corporaciones y tenga como objetivo el bien común de la sociedad.