EL FMI EXIGE OTRA REFORMA TRIBUTARIA, ADEMÁS DE ESTA

Chavela Villamil

El Gobierno de Duque ha realizado 4 Reformas Tributarias (RT), la que está en curso deja intacta la fractura estructural que tiene la economía del país, pero lo más perverso es que hace obligatoria una quinta Reforma para satisfacer las exigencias de la banca transnacional.

La actual cuarta Reforma Tributaria autodenominada “Proyecto de Inversión Social”, este 20 de julio acaba de ser radicada en el Congreso con Mensaje de Urgencia, apenas es otro eufemismo de los acostumbrados por este tercer Gobierno de Uribe; sin importar la corriente económica, diversos economistas concluyen que para subsanar los estragos socioeconómicos ocasionados por la pandemia del Covid-19 y enfrentar a la desaceleración económica, es inaplazable un paquete de Reformas (Tributaria y Fiscal), que vayan más allá de resolver problemas inmediatos como el gasto corriente.

Una Reforma demagógica y falaz

Esta cuarta Reforma Tributaria pretende recaudar 15,2 billones de Pesos, equivalente al 15,9 por ciento del déficit fiscal que asciende 95,7 billones de Pesos; 15 por ciento (1,9 billones) de lo que sueñan recaudar sería por concepto de reducción del gasto estatal, algo irrisorio ya que se centran en gastos menores como papelería y viáticos, pero no toma medidas respecto a la disolución de entidades u organismos innecesarios, cuando este tipo de medidas son las que tendrían un impacto real en reducir el gasto corriente.

La evasión fiscal representa el 25 por ciento del recaudo (2,7 billones), sin embargo las medidas que plantean para enfrentarla son ineficaces, porque se reducen al fortalecimiento de la facturación, la masificación del Registro Único Tributario (RUT) y la georreferenciación de los inmuebles, entre otros; pero, no toma medidas contra los Paraísos Fiscales, según la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) en el último año la evasión: 1) al IVA fue de 20,7 billones, 2) a la de renta de personas jurídicas fue de 21,6 billones, y 3) 42,3 billones por evasión de impuestos [1].

Si bien es cierto que el 60 por ciento del recaudo propuesto proviene de las personas jurídicas, esto no solo es ineficaz sino un paliativo para la economía nacional ya que evade tributos realmente representativos; por ejemplo, no toca el impuesto al patrimonio que generaría alrededor de 20 billones, el impuesto a las bebidas azucaradas representaría 1 billón anual, no modifica los impuestos de las zonas francas lo que generaría 7,6 billones, además no tiene en cuenta el superávit generado por el aumento del precio del petróleo que representa 9,6 billones  [2]; solamente por estos 4 conceptos captarían 38,2 billones, es decir, más del doble de lo que recaudaría esta RT.   

Pesan más los intereses extranjeros

Según la Agencia de Calificación Crediticia Fitch Ratings esta RT “no es suficiente para garantizar la sostenibilidad económica del país en el mediano y largo plazo, para estabilizar la relación entre la Deuda Pública y el PIB se necesitaría un mayor ajuste fiscal, solo colocando el índice de deuda en una senda de disminución constante es posible alcanzar una estabilidad financiera y económica” [3]. 

La élite gobernante acata la receta del FMI y continúa dando prioridad al pago de la Deuda Externa (DE), para el 2022 destinará 76,9 billones -implica un incremento del 9,1 por ciento con respecto al pago que venía-, pero si no lo incrementaran o limitaran su aumento a la media inflacional estimada para este año que es 2,3 por ciento, liberarían 4,8 billones, lo que representa el 66,7 por ciento del “Ingreso Solidario” contemplado en la RT. 

Luchar por un cambio de modelo

Cualquier propuesta tributaria, financiera o medida que busque mitigar la brecha social y dinamizar la economía es inocua sino se rompe la lógica antifinanciera de una DE impagable y que asfixia el PIB nacional, que actualmente representa el 51,9 por ciento del PIB y según la nueva Regla Fiscal la DE puede continuar creciendo hasta que alcance el 71 por ciento del PIB [4].

Para subsanar la actual crisis socioeconómica, dinamizar la economía y evitar crisis futuras es urgente un cambio de modelo económico, ya que el sistema actual no genera ni inclusión social ni sostenibilidad ni mucho menos crecimiento y productividad, la dinamización de la economía requiere de un cambio estructural en la política económica, solo a través de la redistribución del gasto y la tributación es posible desarrollar la producción nacional y aumentar el poder adquisitivo de los colombianos.